'Slowhand', de Eric Clapton
Slowhand es uno de los discos felices de Eric Clapton. Publicado en noviembre de 1977, ofrece un muestrario de los diferentes palos del guitarrista-cantante británico. Contiene espléndidos temas propios como Wonderful tonight y Lay down Sally, aparte de versiones de clásicos ajenas , como Cocaine, We're all the way, Mean old Frisco y May you never. A partir de mañana, el disco se ofrece a los lectores de EL PAÍS durante una semana al precio de 5,95 euros.
Eric Clapton (Surrey, Inglaterra, 1945) ha sido un culo inquieto y un músico inseguro. Entronizado como guitarrista supremo en los sesenta, pasa veloz por los Yardbirds, los Bluesbreakers de John Mayall, The Cream y el supergrupo Blind Faith. La adoración general no le convence -una crítica negativa de Jon Landau le impulsa a romper The Cream- y rechaza el papel de Dios de la guitarra para integrarse en la tropa de Delaney & Bonnie, donde asume funciones más humildes.
De esa experiencia surge Eric Clapton (1970), su primer elepé. Se sumerge en un grupo desdichado, Derek & The Dominos: herido por el amor no correspondido por Pattie Boyd, esposa de su amigo George Harrison, crea canciones dolientes. Y se pierde por el erial de la heroína, llegando a malvender sus guitarras para alimentar su hábito.
Clapton resucita como solista con 461 Ocean Boulevard (1974), que genera un insólito número 1: I shot the
sheriff, su adaptación de Bob Marley. Va acomodándose en su lugar: canta con creciente confianza, raciona sus solos, alterna las creaciones propias con versiones y canciones añejas. Aun así, todavía tiende a las renuncias. En su quinto disco, No reason to cry (1976), adopta las adustas formas de The Band, cuyo Music from Big Pink fue decisivo a la hora de cambiar de estética. Abundan las figuras: junto a The Band, intervienen Billy Preston, Bob Dylan, Georgie Fame y Ron Wood.
Tras esconderse entre esa multitud, para el siguiente disco, Eric opta por el método tradicional: graba con su banda y -para desesperación del productor, Glyn Johns- sin prisas. Se hace en los londinenses Olympic Sound Studios, a partir de la última semana de mayo de 1977, con las cantantes Yvonne Elliman y Marcy Levy, el teclista Dick Sims, el bajista Carl Radle, el baterista Jamie Oldaker, el percusionista Sergio Pastora y el guitarrista George Terry, más el gran saxofonista Mel Collins como invitado. Satisfecho con el resultado, lo bautiza con su apodo, Slowhand (según sus íntimos, lo de Mano lenta no se refiere tanto a su forma de tocar como a su reticencia a la hora de pagar cuando está en compañía).
En Slowhand hay blues ajeno ("Mean old Frisco") y boogie-country simpático (Lay down Sally). Más canciones de amigos, como el cantante vaquero Don Williams, el cantautor escocés John Martyn y el admirado J. J. Cale. De este último, autor de After
midnight, primer éxito de Eric en solitario, es la ambigua Cocaine, que se convierte durante los conciertos en himno generacional.
Destaca otra de las joyas inspiradas por Pattie. Ella ha roto con Harrison, está unida a Eric, y Wonderful tonight es una viñeta reveladora: el cantante se impacienta mientras ella se prueba vestidos; más tarde, Pattie triunfa en la fiesta, y él, a pesar de las copas ingeridas, reconoce sinceramente: "Estás maravillosa esta noche". Tan idílico retrato no impide que, nueve años después de la boda, Pattie pida el divorcio, tras haber concebido Eric dos hijos con otras mujeres.
Una cumbre envidiable
Mientras algunos de sus fieles seguidores se quejan de que no hay fuego en esa banda de acompañamiento -de hecho, empiezan los abandonos, y dos años después, Clapton trabaja con una formación diferente, totalmente británica-, lo cierto es que Slowhand muestra a un Eric confortable, sin problemas de repertorio ni dudas sobre su valía.
En años posteriores, según se enturbia su vida privada y aumenta su consumo de alcohol, Slowhand se revelará como una cumbre envidiable.
Babelia
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