"Quiero una Barcelona inclusiva y sin pobreza"
"Yo sueño muchas Barcelonas, ya lo iré diciendo. No es un sueño, son muchos sueños".
"En primer lugar sueño una Barcelona con un fuerte liderazgo de ideas y valores; una Barcelona no convencional, no obsesionada por los rankings, vanguardista. El único ranking que me enorgullece y me hace ilusión tener a escala internacional, seguramente el que más, es haber sido reconocida por Bush padre como paradigma del rechazo a la guerra". "Me identifico con la gente del Partido de los Trabajadores del Brasil, con el amigo Lula; con la gente que lucha por los derechos humanos; con los amigos Joskha Fischer y Jurgen Trittin, que son los que más conozco. Todos ellos representan la capacidad de traducir los valores en gestión, en transformación de la vida cotidiana".
"Siguiendo con este pensamiento, sueño una Barcelona en la que las personas que nos dedicamos a la política digamos lo que pensamos y hagamos lo que decimos, las dos cosas. No gobernemos por sondeo, sino a partir de nuestras ideas y valores, devolviendo así en lo posible una cierta credibilidad a la política".
"Con esta misma lógica sueño una Barcelona inclusiva, justa, capaz de atender las necesidades de todas las personas. No me resigno a que haya 170.000 personas que viven bajo el umbral de la pobreza, es decir, con menos de 120 euros al mes".
"Sueño una Barcelona en la que vivan jóvenes y gente trabajadora; por tanto, con mezcla de edades y de sectores sociales en los diferentes barrios. Para que esto sea posible hace falta convertir en realidad otro sueño y es que la vivienda sea un valor de uso y no de cambio".
"Sueño una Barcelona, participativa, en la que puedan votar los inmigrantes afincados de hace años, que sustituye la energía nuclear por energía renovable. Que sepa explicar a todo el mundo que no necesitamos y no queremos agua del Ebro. Aspiro a que en el horizonte de 10 años el coche no sea un sistema de transporte dentro de la ciudad. Y una Barcelona en la que la revolución que hemos protagonizado las mujeres en los últimos 30, 40 años, yo creo que la principal revolución del siglo XX, tenga un efecto en el día a día de la ciudad. Una ciudad con unos horarios al servicio de la gente, en la que cuidar a los hijos, los abuelos y tener un trabajo retribuido no sea una carrera de obstáculos".
"El último sueño tampoco es sencillo: sueño una Barcelona que en menos de 10 años tenga una alcaldesa. Sé que no seré yo. Pero me gustaría que, al igual que yo, pensara, quisiera, trabajara, para feminizar la ciudad y no para masculinizar a las mujeres".
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