El autocar tenía año y medio de antigüedad y había pasado la inspección

El autobús que se estrelló a las 2.30 de la madrugada de ayer en la autopista A-2, a la altura de la localidad zaragozana de Pina de Ebro, con un balance de cinco personas muertas y otras 33 heridas, había superado la última inspección técnica obligatoria el 17 de septiembre de 2002, según fuentes de Alsa, la empresa propietaria.

El vehículo, un autocar Mercedes Benz con matrícula 994 BNB, había sido adquirido el 14 de septiembre de 2001, hace año y medio, y contaba con "más medidas de seguridad que las estrictamente legales".

Tampoco el lugar en el que se produjo el accidente presenta una dificultad especial. El kilómetro 37,5 es, en palabras del director general de Interior del Gobierno de Aragón, "recto, con buena visibilidad y poco tráfico". El lugar del accidente no está considerado punto negro por el Ministerio de Fomento. Entre los kilómetros 27,5 y 47,5 de la misma vía, la Dirección General de Tráfico contó el año pasado 16 accidentes, en los que hubo 2 muertos, 21 heridos graves y 15 leves. 14 de esos percances consistieron, como en el accidente del autobús de ayer, en salidas de la carretera.

El autobús había partido de la estación de la avenida de América, en Madrid, a las 22.00 del domingo y tenía prevista la llegada a la estación de Nord, de Barcelona, a las 5.45 del lunes. En torno a la 1.45 había realizado una parada de media hora en el área de servicio de Alfajarín, en las afueras de Zaragoza, para que los viajeros estiraran las piernas y para cambiar de conductor. En esta línea, la empresa Alsa utiliza el llamado sistema de postas. Cada conductor sólo conduce hasta la parada de mitad de trayecto, donde le releva otro chófer que, procedente de la ciudad de destino, realiza la segunda parte de la ruta.

Conductor experimentado

Según fuentes de Alsa, el segundo conductor se había incorporado al servicio el domingo por la noche después de haber librado el viernes y el sábado, por lo que se encontraba en "perfectas condiciones" para trabajar. Además, este chófer, de 43 años, con más de tres de servicio en la empresa y conductor habitual de la línea Madrid-Barcelona, había descansado durante hora y media en Alfajarín antes de ponerse al volante del autobús.

Pocos minutos después de terminado el descanso, el autobús se salía de la calzada y se empotraba contra un pilar de un puente sobre el que pasará el AVE. Cinco muertos, seis heridos graves y 27 leves es el balance del accidente de autobús más grave en lo que va de año. El segundo siniestro más serio ocurrió el pasado 5 de abril en Sevilla, con cuatro muertos y seis heridos graves. En 2002 se registraron 96 accidentes de autobús, con 12 víctimas mortales, 87 heridos graves y 668 heridos leves.