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LA PRECAMPAÑA ELECTORAL | La izquierda critica al Gobierno

Zapatero sostiene que Aznar es "incapaz de garantizar la seguridad ciudadana"

El líder socialista emplaza al PP a unirse al PSOE contra el proyecto soberanista de Ibarretxe

Luis R. Aizpeolea

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó ayer a José María Aznar de "ser incapaz de garantizar la seguridad ciudadana" y del "aumento desmesurado del precio de la vivienda", lo que "justifica por sí sólo el cambio del Gobierno". El líder socialista, al que acompañaron los candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid y a la alcaldía de la capital, Rafael Simancas y Trinidad Jiménez, respectivamente, llenó el Teatro de la Casa de Campo, donde aseguró que tras las elecciones municipales y autonómicas del próximo 25 de mayo "se va a abrir una nueva etapa".

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Zapatero recordó que en Madrid, por ejemplo, se ha duplicado la cifra de asesinatos en lo que va de año, 44, y recordó que Aznar prometió el pasado septiembre que "iba a a barrer las calles de delincuentes". Denunció como causa de esta situación el abandono del sistema de seguridad pública por parte del PP mientras que la seguridad privada "vive uno de sus mejores momentos en este país". A renglón seguido, se comprometió, si gana las elecciones de 2004, a poner en marcha un plan de lucha contra la delincuencia en coordinación con las autonomías y ayuntamientos.

Zapatero denunció la "especulación imparable del suelo, con el beneplácito del Gobierno en complicidad con comunidades y ayuntamientos del PP", que repercute "gravemente en los precios de la vivienda". Tras recordar, en medio de una risotada general, cómo el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, atribuyó el alza del precio de la vivienda a que "los españoles son más ricos", el líder del PSOE replicó que la causa es "la cercanía de los poderosos a los despachos del Gobierno". Se comprometió, si gana en 2004, a "recuperar la sensibilidad social y escuchar a la gente en este país".

Zapatero retomó lo que se está convirtiendo en el eje de su campaña contra Aznar: la denuncia de su estilo de gobernar. "Se va a acabar la etapa de los que gobiernan, desprecian y no escuchan. Se va a respetar a quien discrepe". Y aprovechó para responder al vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, que la víspera dijo, en una entrevista con este diario, que "hay cosas que pueden cambiar después de Aznar": "Lo que va a cambiar es el partido que gobierna", añadió en medio de una ovación.

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Apenas aludió a la guerra de Irak, pero se comprometió, si gana en 2004, a "establecer un cambio en las prioridades" de la política exterior española, con una apuesta por "la Unión Europea y por el encuentro con Iberoamérica, el Mediterráneo y el mundo árabe". Zapatero extendió su crítica al candidato del PP a la alcaldía de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, del que dijo que "se va a arrepentir por haber dicho a todo que sí a Aznar en estos meses", en alusión a su apoyo al Gobierno en la guerra en Irak.

Situó el resultado de las próximas elecciones municipales como el inicio de un cambio de ciclo que "abrirá una etapa política que suponga aire fresco, y no miedo".

Para no dejar dudas en esta cuestión, la del riesgo de la ruptura de la unidad de España que el PP atribuye en esta campaña electoral al PSOE, Zapatero aseguró que si es presidente en 2004 "ni España se va a desunir ni va a haber problemas". "A lo que tiene miedo de verdad el PP es a perder las elecciones y el poder, pues saben que otro riesgo no hay", dijo con rotundidad en medio de grandes aplausos.

Pero fue aún más allá y emplazó a Aznar y al PP a sumarse al PSOE para responder al proyecto del lehendakari Ibarretxe para que Euskadi tenga un estatus de libre asociación con el Estado. "No se va a salir con la suya Ibarretxe. Para eso está el PSOE, y si hace falta estaremos juntos con el PP".

El líder socialista exhortó a Aznar a que "se enfríe un poco", tras insistir en que "se abre un tiempo para el cambio, para las emociones, la ilusión, el coraje democrático y no el correaje".

Rafael Simancas, José Luis Rodríguez Zapatero y Trinidad Jiménez, ayer, en la Casa de Campo de Madrid.
Rafael Simancas, José Luis Rodríguez Zapatero y Trinidad Jiménez, ayer, en la Casa de Campo de Madrid.CLAUDIO ÁLVAREZ

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