21 partidos políticos concurren a las elecciones autonómicas

Esperanza Aguirre (PP), Rafael Simancas (PSOE) y Fausto Fernández (IU) llevan meses enfrentando sus propuestas en la carrera electoral a la presidencia de la Comunidad. Pero el próximo 25 de mayo habrá otros 18 partidos soñando -probablemente en vano- con hacerse un hueco en el Parlamento regional. Entre las 21 formaciones que concurren a los comicios autonómicos hay ecologistas, comunistas, republicanos, falangistas, trabajadores autónomos, defensores de la "familia" y hasta un partido de "viudas y esposas legales".

La Asamblea de Madrid tendrá en la próxima legislatura 111 diputados. Ahora tiene 102, que se reparten el PP (55), el PSOE (39) e IU (8). Cada uno de esos escaños les costó en 1999 una media de 24.000 votos. Pero la ingeniería electoral hace que obtener el primer parlamentario sea aún más caro, porque es requisito indispensable recabar al menos el 5% de los sufragios: con la participación de los últimos comicios (un 61%), unos 135.000 votos. Cifras inalcanzables para los 18 partidos que, al margen de los tres grandes, han presentado candidaturas; sólo Los Verdes, cuyo cabeza de lista para la Comunidad es Ángel Requena, tienen en principio alguna posibilidad -remota, según las encuestas- de entrar en el Parlamento.

Entre esos 18 partidos pequeños hay un poco de todo: quien se presenta sólo para "darse a conocer", aquellos que aprovechan la ocasión para recordar que están "contra el sistema" y que "este modelo de democracia es un fraude", y los que, inasequibles al desaliento, renuevan sus candidaturas elección tras elección porque "hay que estar ahí". Pero sus programas recogen también, a veces, ofertas concretas sobre educación, vivienda o servicios sociales, que nunca han podido poner en práctica y que siguen defendiendo como alternativas a "lo de siempre".

- Ecologistas por partida doble. A la lista encabezada por Requena

-la de Los Verdes, cuyo candidato a alcalde es José María Mendiluce- le disputan la batalla ecologista Los Verdes-Comunidad de Madrid. El enfrentamiento entre ambos partidos -en realidad, el de Requena y Mendiluce es ya una coalición de grupos ecologistas, que decidieron unir sus fuerzas para estos comicios- por erigirse en abanderados del mensaje ecologista llegó incluso a los tribunales, que decidieron recientemente reconocerles por igual el derecho a usar el nombre "Verdes".

- Falangistas y aledaños. Los nostálgicos de la Falange se presentan también divididos en dos listas. Sus páginas en Internet no ofrecen ninguna pista de sus propuestas para la política autonómica, aunque sí muchas soflamas a favor de la unidad de España y en contra de la "inmigración ilegal". La lista de Democracia Nacional, que hace gala de su amistad con el Frente Nacional francés y esgrime el lema "los españoles primero", pide el voto para dar a Madrid "una voz firme contra la delincuencia".

- Defensores de Castilla. Tierra Comunera busca "la emancipación del pueblo castellano", se declara "nacionalista" y propugna una "transformación progresista de la sociedad". Por su parte, la candidatura de Izquierda Castellana -una "suma de movimientos castellanos de izquierdas", según su cabeza de lista, Fidel Cordero- reclama el voto para los inmigrantes, presupuestos participativos y que "todas las decisiones políticas [de la Comunidad] se tomen en asambleas de barrio".

- República, democracia, humanismo. Aunque lo parezca, el partido Otra Democracia es Posible no nace de los movimientos antiglobalización, aun compartiendo con ellos ciertos objetivos y métodos de acción: "Todo lo hemos hecho por Internet. Nos fuimos apuntando. Sólo nos hemos visto al final, para acordar el tema del papeleo", explica Lorenzo Higueras, número dos de la lista. Su programa electoral promueve "la vida emancipada, sostenible, feliz", y critica "el maniqueísmo, la explotación y el fomento del consumismo". El Partido Humanista, creado en 1984, propone una "Ley de Responsabilidad Política, que obligue a los partidos a cumplir sus promesas electorales", y defiende que los inmigrantes puedan votar y ser elegidos. Pau Segado, su secretario general, señala lo que él cree que los diferencia de los grandes partidos: "Nos preocupa lo que a cualquier hijo de vecino, pero todo el año". También en defensa de "más democracia" se manifiesta el candidato de Izquierda Republicana, Alberto Vela, y el número dos del Partido Comunista de los Pueblos de España, Víctor Manuel Lucas Ranz. Este último propone "potenciar el sector público, y al privado no darle casi ni las migajas".

- "Viudas y esposas legales". Hay otros partidos que defienden intereses más particulares. El de las Viudas y Esposas Legales -en cuya lista hay un 35% de hombres- se fundó hace siete años para luchar contra la ley que permite que una viuda tenga que compartir la pensión de su marido fallecido con posibles esposas anteriores. ¿Tiene ese programa futuro en unas elecciones autonómicas? "No sé, pero nosotros nos presentamos para poder esgrimir los pocos votos que saquemos ante el Gobierno, y protestar porque esa ley es injusta", explica María Carmen Grande de la Rica, que, a la pregunta de si, entre los grandes, prefiere a PP, PSOE o IU, responde: "Ninguno. Yo de política no entiendo". Los problemas y necesidades de las viudas están también representados, junto al de otro colectivo que se considera maltratado, en el Partido de los Autónomos, de los Autónomos Jubilados y Viudas.

- El centro social y la familia. El partido que otrora ocupara el Gobierno central, el Centro Democrático y Social (CDS), está ahora relegado al pelotón de los pequeños en los comicios de Madrid. Y algo más a la derecha se sitúa un partido con mucha menos historia: Familia y Vida. Sus miembros recurrieron el pasado diciembre la Ley de Parejas de Hecho aprobada por el Gobierno regional, del PP, por considerar que "atenta contra la familia: aquella comunidad formada por un hombre y una mujer, unidos maritalmente, y sus hijos".

- Otras formaciones. Entre los grupos que concurren a los comicios sin posibilidad de obtener escaño está también el Partido Regional Independiente Madrileño (PRIM), encabezado por Nicolás Piñeiro, quien abandonó Alianza Popular (partido por el que había sido elegido diputado) en 1988. La lista de opciones para los madrileños se completa con el Partido Demócrata Español y el de Unidad Ciudadana.