Mirando hacia adentro
En los últimos tiempos están proliferando las versiones escenificadas de los grandes ciclos de canciones de Schubert. El viaje de invierno ha servido de excusa para las interpretaciones visuales más variadas, desde una hechizante grabación para televisión y vídeo de David Alden, con el tenor Ian Bostridge, hasta espectáculos teatrales como el del español Santiago Palés en Mannheim (con muy buenas críticas en los medios alemanes, por cierto), que recalará a finales de año en el Liceo de Barcelona, o el de Oliver Herrmann en un cuadrilátero de boxeo instalado en una nave industrial de Duisburg, con Christine Schäfer e Irwin Gage.
Lo que básicamente pretenden estas lecturas visuales es la creación de atmósferas que desentrañen el espíritu de las obras desde otros ángulos de sugerencia. El tratamiento escénico tiene además el desafío añadido de la invención de su propio lenguaje liederístico, sin caer en la trampa de hacer una miniópera a partir de las canciones. El montaje de Strosser que se representó en La Zarzuela ya se endosó la primera víctima por necesidades de iluminación. La penumbra con tendencia a la oscuridad del escenario impedía que los textos de Wilhelm Müller se pudiesen leer mientras se escuchaba el canto. Y tampoco se utilizó sobretitulación, seguramente para no perturbar la ambientación. Si la profundización por la imagen exige el tributo de la pérdida del texto es que algo está fallando de entrada.
Viaje de invierno
De Franz Schubert. Con Dietrich Henschel (barítono) e Irwin Gage (piano). Dirección de escena: Pierre Strosser. IX Ciclo de Lied. Fundación Caja Madrid. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 23 de abril.
El director de escena forzó una interpretación del cantante en un estilo totalmente intimista, en muchos momentos incluso susurrante. Era un tipo de canto hacia adentro, de indiscutible atractivo, pero no siempre de pareja emoción. Que Dietrich Henschel es un barítono excepcional está fuera de toda duda. Si transmite más su arte en esta manera teatral (Henschel es además un estupendo actor) que como lo hizo el año pasado en los Liederkreis, de Schumann, es harina de otro costal. Su fraseo, su dicción, su musicalidad, son, en cualquier caso y circunstancia, impolutos.
Babelia
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