Un montaje teatral aborda el dilema argentino entre el irse o el quedarse
El Novedades acoge la exitosa pieza 'Made in Argentina'
El exilio frente al arraigo a la tierra. La emigración como respuesta a la situación del propio país o la resistencia como única forma de ayudarlo a salir adelante. Irse o quedarse. Dos opciones vitales, dos alternativas de compleja elección, se oponen en la obra Made in Argentina, que se presenta desde hoy y hasta el 11 de mayo en el teatro Novedades de Barcelona. La pieza llega con un largo rodaje. Tras su estreno a finales de 2001 en Mar del Plata, ha sumado más de un millón de espectadores entre Argentina, Uruguay y Paraguay. En mayo iniciará temporada en Buenos Aires, ciudad que aún no ha visitado.
Made in Argentina está interpretada por Hugo Arana, Víctor Laplace, Ana Maria Picchio y Soledad Silveyra, y dirigida por Manuel González Gil, y toca un tema muy candente en unos momentos de convulsión para el país latinoamericano. En sólo dos años, más de 150.000 personas lo han abandonado para buscarse un futuro mejor y esquivar la grave crisis económica. Los actores interpretan a dos matrimonios (los dos varones son hermanos) que se reencuentran en un barrio obrero de Buenos Aires (Lanús, lugar que da nombre a la versión orginal de la obra, Made in Lanús, aquí sustituido por su falta de significado entre el público español) después del largo exilio en Estados Unidos de una de las parejas.
El patio de una casa humilde, un lugar que sirve de metáfora de un barrio, de un país entero, es el escenario donde se desarrolla la trama. En él se debate sobre la conveniencia de volver a tomar el camino de la emigración, esta vez compartiéndolo los cuatro. En la reunión, cada cual defiende sus argumentos para quedarse o marcharse. Los diálogos de los cuatro personajes de la obra tocan de cerca al espectador y esta implicación está en la base del éxito del montaje.
Política o economía
Pero, pese a su vigencia, el texto no es reciente, sino que fue escrito hace casi dos décadas por Nelly Fernández Tiscornia (1928-1988). Se estrenó en Argentina en 1985, en un espectáculo que al año siguiente visitó el Romea de Barcelona (durante sólo dos días), y se ha adaptado también al cine. Si inicialmente las razones de los protagonistas para marcharse de su tierra eran políticas, hoy son de índole económica; distintos motivos de fondo pero una misma problemática salen a la luz en ambas versiones. Para la que hoy llega a Barcelona se ha realizado una mínima actualización, con referencias a políticos concretos (Alfonsín, Menem, Cavalho), y se ha situado en la época actual.
Pero en esencia la obra está igual que entonces. Y eso, como explica Ana María Picchio, es lo realmente interesante, "ver que han pasado tantos años y que se repite la misma historia". Víctor Laplace, su marido en la ficción, señala que en la gira de la obra por Argentina han "detectado la necesidad que tiene el público de ver reflejada su crisis, pero también de recibir una caricia muy fuerte". En la obra, según Hugo Arana, todas las posturas están justificadas y hay toda una lección de democracia porque los distintos puntos de vista de los personajes les llevan a fuertes enfrentamientos, "pero éstos no quiebran la relación entre ellos sino que la robustecen", en un alegato al respeto por la posición del otro "aunque no la compartas". Sin embargo, en la obra la autora tomó partido. Se decantó por la resistencia, por los argumentos que manejan quienes se quedaron en su país con la vocación de ayudarlo a prosperar. Para Laplace, en la obra subyace un deseo: "Ojalá dentro de no muchos años los argentinos podamos discutir sobre cuestiones diferentes del irse o quedarse", dice.
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