"La soledad es la compañía más generosa"
Pregunta. ¿Por qué ha escrito su autorretrato y no se lo hizo a pincel?
Respuesta. Como pintor, ya me lo hice, y ahora, en literatura.
P. Vivió con su padre en una choza hasta los 19 años. ¿Cómo lo recuerda?
R. Cuando llevas casi 15 años sentado en una piedra y te sientas en una silla de enea, valoras lo que tienes. A mí me sigue sorprendiendo todavía que alguien me compre un cuadro y suelte cierta cantidad.
P. El médico le manteó nada más nacer. ¿Por eso se quedó un poco lunático?
R. Yo lo califico de bautizo cósmico, que tuve antes del cristiano. Lo noto en mi obsesión por el espacio. Y verá que en algún momento se me pondrá el pelo de punta, porque me atrae la gravitación cósmica.
P. Vaya número. No me asuste.
R. No hay solamente una gravitación en el sentido de Newton, sino otra hacia el cosmos. Y yo la tengo.
P. Dice que le impresionó que en la mili todos vistieran igual. ¿Qué creía, que era la Pasarela Cibeles?
R. Es que para mí lo más negativo y duro es la monotonía. Me imaginé el Ejército más divertido, más liberal. Su disciplina es lo contrario al espíritu de un artista.
P. Y cuenta que en el campamento orinó en la cara a un posteriormente embajador y ministro. ¿Le dejó buen cutis?
R. Habría que preguntárselo a él, pero no puedo decir su nombre. Ahora tiene gran influencia en el arte.
P. ¿Es de los que cree que todo artista tiene que ser excéntrico?
R. No, no. Eso es una postura. El artista tiene que ser como realmente siente.
P. Pues explíqueme por qué salió por Madrid vestido de astronauta el día en que llegó el hombre a la Luna.
R. Lo hice para llamar la atención cuando no me conocía nadie, y para homenajear a los astronautas. Ahora ya no sería capaz. Algunos me relacionaron con las extravagancias de Dalí.
P. ¿Y con Ruiz-Mateos?
R. No, en absoluto. Ésa es una locura muy distinta.
P. Dicen que sigue siendo más de pueblo que las boinas.
R. Sí. Yo creo que hay que seguir siendo de la tierra, tener esa referencia. Por eso critico a algunos artistas que van de vanguardia y están de espaldas a la realidad, sobre todo con lo que está ocurriendo, con todo el conflicto bélico.
P. También aseguran que sólo va a su bola.
R. No. Creo que como artista hay que ser fundamentalmente un observador de cómo van las cosas. Como pintor, me interesa tanto el pasado -hablo de Velázquez- como el presente:Bacon, Picasso o Rothko.
P. ¿A los españoles contemporáneos les niega el pan y la sal?
R. Se lo niego a los que yo creo que se les debe negar.
P. No perdona ni a Antonio López.
R. Las críticas que hago a Antonio López en el fondo son muy cariñosas. Le admiro mucho. Pero tiene demasiada pose de humilde.
P. ¿Los fabricantes de maletas le han puesto un piso?
R. Pues, curiosamente, no he tenido de ellos ninguna oferta para hacer algún anuncio, y me gustaría, porque sería un extra, para que no salga todo de la pintura. Lo dejo caer por si acaso.
P. "Las manzanas que he pintado yo no las ha pintado nadie". ¿Es usted el que más?
R. He pintado más que el propio Cézanne. Muchas más. Y las he pintado con ese carácter cósmico que para mí ha sido una satisfacción.
P. ¿Por qué tanta mujer melancólica en sus cuadros?
R. Porque en mi obra hay esa característica del tránsito, del desarraigo. Como las maletas, que luego me han copiado muchos.
P. ¿Cuánto sabe de soledad?
R. Para mí es la compañía más generosa. No se puede pintar ni escribir en algarabías.
P. ¿Qué es el éxito?
R. Un espejismo, una especie de Tierra Prometida a la que nunca llegas. Afortunadamente.
P. Dice ser el único artista que ha triunfado sin hacer la pelota.
R. Es de lo que más me enorgullezco.
P. ¿Se encanta o me equivoco?
R. Yo me he hecho el autorretrato literario porque me han insistido. Y como pintor tengo sólo un autorretrato. Hombre, todos coinciden en que me parezco a Goya.
P. ¿Físicamente, o se está pasando?
R. De cara, de cara. Aunque creo que también tengo un gran parecido con él pintando, en los matices y contrastes que recoge.
P. Vamos, que sólo le falta quedarse sordo.
R. Curiosamente me estoy quedando un poquito sordo. No sé si será el destino o las coincidencias.
PERFIL
Con 63 años y cuatro hijos, ha publicado su autorretrato, 'La vida en una maleta', escrito enteramente a bolígrafo, porque se dice inútil para las máquinas, con una dedicatoria-homenaje: "A mi padre, carbonero de prestigio". Le gusta la arquitectura y pasear por el campo, y es mañoso para el bricolaje. Tiene "un defecto muy malo: no sé bailar".
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