La programación vuelve a desinflarse
Fifty Foot Combo y Urdangarin presentan nuevas canciones - Arturo Fernández y Emilio Gutiérrez Caba destacan en la cartelera teatral
Un año más, las vacaciones de Semana Santa reducen enormemente las opciones de quienes quieren aprovechar estos días de asueto para acudir a contemplar algún espectáculo cultural. La oferta de música, danza y teatro vuelve a desinflarse. Aunque no todos bajan la persiana en estas fechas. Es el caso, por ejemplo, de la sala Sugaar de Ordizia, que anuncia para esta noche la actuación de Split 77. El conjunto bilbaíno debutó el pasado año con Antenna, un disco que suma melodías pop al caudal eléctrico del rock.
Tampoco se toma vacaciones Mikel Urdangarin, quien mañana actúa en Lekeitio respaldado por seis músicos. El cantautor presentará en el frontón de la localidad vizcaína las canciones de su cuarta entrega en solitario, Heldu artean, su disco "más abierto". En él reflexiona sobre la amistad, muestra su hartazgo con la tensa situación social de Euskadi y, musicalmente, va del pop rock a la típica canción de autor. Además, incluye su primera canción en catalán.
Mientras, Fifty Foot Combo promocionará su tercer elepé, Caffeine, en Bilbao. El trío belga defenderá en la sala Kremlin lo mejor del repertorio instrumental que ha confeccionado desde su formación en 1994; un cancionero en el que encuentran cabida muestras de garage, música surf, rock and roll, lounge y los matices exóticos y latinos que aporta el recurso a las percusiones.
La cartelera teatral también ha sufrido un descomunal recorte, pero el teatro Gayarre de Pamplona y el Principal de San Sebastián no cierran sus puertas. El coliseo navarro ofrece tres representaciones de El príncipe y la corista. La obra de Terence Rattigan es interpretada en esta versión por Emilio Gutiérrez Caba y María Adanes como pareja protagonista. "Es un teatro basado en la interpretación y en la química entre nosotros", asegura Gutiérrez Caba al referirse a esta pieza que califica de "esplendorosa y divertidísima". La adaptación del original es obra de Vicente Molina Foix, mientras que Francisco Vidal dirige la puesta en escena de una obra, ambientada en 1911, "en la que se combina el sexo y la alta política, la sátira cortesana y el amor romántico, unos personajes trazados con delicadeza y la agudeza mordiente de los diálogos".
Por su parte, el incumbustible Arturo Fernández muestra sus dotes interpretativas asumiendo el papel principal en Esmoquin, la obra que se puede ver en el Principal donostiarra. El actor asturiano, ya septuagenario, vuelve a encarnar a un galán frescales, lo que no aporta gran cosa respecto a sus trabajos previos. "Sí, es el tipo de personaje del que nunca me aparté. Pero es que si yo hiciera de Frankenstein sería una gran estafa. Mis personajes siempre han sido muy parecidos porque es lo que el público espera de mí. Si saliera con un mono color butano me iba a morir de pena", reconoce. De esta obra escrita por Santiago Moncada, el actor protagonista destaca su empaque de "alta comedia" y su "diálogos inteligentes".
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