Empeño alcista
La ausencia de presiones inmediatas permite a los inversores hacer oídos sordos ante los datos y las previsiones macroeconómicas y a los mercados de valores mantener la orientación alcista, aunque los volúmenes negociados indican que este ambiente aparentemente bueno está lejos de conseguir sacar el dinero de los bolsillos a los inversores.
El Ibex 35 subía ayer el 1,11%, y el índice general de la Bolsa de Madrid, el 1,04%, lo que les sitúa otra vez a la cola del tren europeo en cuanto a las ganancias, ya que París se anotó un avance del 1,62%, Londres ganó el 1,75% y Francfort subía el 2,50% poco antes de cerrar la jornada.
Estos avances de los mercados contrastan con el informe de los seis principales institutos económicos alemanes, en el que rebajan las perspectivas de crecimiento para Alemania hasta el 0,5% -la mitad de las estimaciones oficiales- y pronostican aumentos del paro y del déficit público. Lo peor, sin embargo, es que el informe pone como condiciones para que estos malos pronósticos se cumplan que la situación en Irak se tranquilice, que el petróleo baje y que se estabilicen los mercados financieros y de divisas.
En Estados Unidos también había malas noticias, como el índice de producción industrial de marzo, que bajó el 0,5%, frente al 0,2% que esperaban los expertos.
En otras circunstancias, las bolsas se habrían hecho eco inmediatamente de estos avisos, pero parece que ésta es una de esas ocasiones en las que los hechos se empeñan en desmentir la realidad para cambiarla a medio plazo.
La Bolsa de Nueva York, sin embargo, comenzaba a inclinarse a la baja a media sesión, y el índice Dow Jones perdía el 0,16% a media sesión después de llegar a subir el 0,57% poco después de la apertura.
La contratación en el Mercado Continuo fue de 1.443,14 millones de euros, con el 18% logrado con operaciones institucionales.
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