Valencia en el Mapa
Con demasiada frecuencia se toman decisiones que afectan a los valencianos, sin que nadie tenga la gallardía de presentar los argumentos sobre los aspectos que nos afectan. Valga el ejemplo del mapa ferroviario: mientras que en Madrid han decidido que la AVE no pase por el aeropuerto, en Barcelona se empeñan en lo contrario. Frente a estas dos posiciones no podemos permanecer mudos, pues nos va mucho en ello.
Esta pendiente para el 24, en Madrid, una reunión, Fomento vs. Barcelona, para intentar limar las diferencias sobre la existencia y en su caso ubicación definitiva, de una estación intermodal para El Prat, que mediante una lanzadera conectaría nuestro Euromed, el AVE de Madrid y la red de metro y cercanías de Barcelona, con el aeropuerto. Ello explica la razón y la urgencia de estas líneas.
A pesar del fallo clamoroso de Pujol, quien después de haber firmado el bucle del Prat, renunció a éste por temer que fuera una vía muerta, ha tenido que ser la sociedad civil catalana, la auténtica impulsora, frente a Fomento, de la conexión entre el tren y el aeropuerto, encabezada por el GTI 4, tras cuyas siglas están, la Cambra de Comerç, el Cercle d'Economia, Foment del Treball y la Fundació RAC, posiblemente lo más genuino de esta sociedad civil. Como por aquí andamos escasos de tales instituciones, valga cuando menos la reflexión individual, con la esperanza de que no sea vana, ya que es un hecho que los enlaces de grandes distancias en la Comunidad Valenciana dependen indefectiblemente de Barajas o de El Prat.
El último encargo del GTI 4 es un estudio, al catedrático López Pita, sobre Alta velocidad y conexiones aeroportuarias cuyas conclusiones son meridianas: Con la excepción de Marsella (cuyo punto fuerte es el puerto) en los otros aeropuertos, que tienen líneas de altas prestaciones cercanas al aeródromo, la conexión ferroviaria se ha hecho efectiva o está programada. En todas las ciudades europeas, donde el territorio lo ha permitido, se ha optado por la complementariedad entre avión y ferrocarril de última generación. En el caso de El Prat la conexión ferroviaria, construida como un simple ramal secundario, se ha convertido en veinte años en una vía general que afecta a toda una Región Económica, entre la que nos contamos. Según López Pita, las soluciones para El Prat no son tan complejas como necesarias para el desarrollo.
Dicho lo anterior, recordar que tenemos tres temas pendientes con el tren:
a) El AVE Madrid-Valencia, cuya solución Sur quizás no sea tan buena como trato de venderse, pero que es harina de otro costal y a lo hecho pecho, aunque la opinión de Bono y de Murcia, parece que tuvo más peso que la valenciana.
b) La extensión del ancho europeo para mercancías, hasta el puerto de Valencia. Una reivindicación a la que sus homólogos de Barcelona y Tarragona no están dispuestos a renunciar, cuando aquí parece que se considera una cuestión menor.
c) El acceso a un aeropuerto importante, que asegure las interconexiones de grandes distancias con un sistema ferrocarril-avión, que por ahora, sólo la solución por Barcelona contempla, con el silencio en nuestras fuerzas vivas.
Somos el tercer pivote tras Madrid y Barcelona de esto que llamamos España y aunque a alguno le llame la atención, en este caso, no son los proyectos de Madrid los que nos ponen en el mapa, sino más bien los de Barcelona. Aunque ello no exima a nuestro Gobierno autonómico que, antes del día 24, argumente sobre nuestros intereses, incluso en campaña electoral.
Gregorio Martín es catedrático de Ciencias de la Computación y director del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia.
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