La industria de componentes, sin freno

Prácticamente no hay ningún automóvil europeo que no lleve algún componente fabricado en España. A Europa Occidental se destina más de la mitad de la producción nacional de componentes, por lo que este sector muestra una especial sensibilidad a las consecuencias de la ampliación de la Unión Europea a partir de 2004.

Sin embargo, aunque la situación pueda resultar preocupante, según reconoce José Antonio Jiménez, director general de la patronal de la industria de componentes, Sernauto, la inquietud está acompañada de la esperanza que suponen las oportunidades que se abren al mismo tiempo.

España se encuentra en un extremo de Europa y no cuenta con ningún centro de decisión de los grandes fabricantes automovilísticos, a pesar de lo cual ha alcanzado un lugar destacado internacionalmente. "Hemos llegado los últimos a la industria del automóvil y nos hemos situado dentro de los tres primeros países europeos en la fabricación no sólo de automóviles, sino de componentes, y nuestro mercado natural es Europa", señala Jiménez, para el que "tenemos la ventaja de conocer todas las experiencias mundiales, y eso nos da una diferenciación clara y positiva respecto de otros países".Todo parece indicar que a corto y medio plazo va a ser muy difícil que esta industria de componentes pierda peso específico. Incluso en el caso de que se concreten nuevas instalaciones fabriles en los países del este de Europa, ya que "cuando un fabricante se traslada lo hace con los proveedores más competitivos". De momento, este año tendrá un comportamiento semejante a 2002, además de contar con la ventaja de que en todas las plantas españolas se están introduciendo nuevos modelos.

Hay más de 40 empresas españolas instaladas en México, más de 20 en Brasil, una docena en EE UU y varias ya en China

Se trata, además, de uno de los sectores más internacionales, con más de cuarenta empresas españolas instaladas en México, más de veinte en Brasil, una decena en EE UU y varias ya en China. Aunque naturalmente no todas las empresas del sector tienen recursos para realizar grandes inversiones internacionales, firmas como Ficosa, Irausa o Estampaciones Sabadell se enfrentan sin complejos con todo tipo de competidores a lo largo y ancho del mundo.

"Es necesario posicionarnos en aquellos mercados que nos ofrezcan futuro, no debemos dejar que los ocupen competidores que mañana, si han conseguido debilitarnos, nos hagan desaparecer, señala Jiménez, para el que "el apoyo de la Administración a la expansión y a la I+D es vital para el futuro del sector. Recientemente, en un informe de la Dirección General de Fondos Comunitarios y Financiación Territorial se advertía precisamente del peligro para este sector de los traslados a los nuevos miembros de la UE.