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Reportaje:

Duelo de juristas sobre el 'plan Ibarretxe'

Herrero de Miñón y Rubio Llorente exponen sus discrepancias sobre el encaje constitucional del proyecto del 'lehendakari'

La exquisita cordialidad en las formas no endulzó la radical discrepancia en el fondo. Miguel Herrero de Miñón, letrado del Consejo de Estado y uno de los padres de la Constitución, y Francisco Rubio Llorente, ex vicepresidente del Tribunal Constitucional y catedrático de la Universidad Complutense, expusieron opiniones radicalmente contrarias sobre el encaje en el Estatuto y la Constitución de la propuesta de libre asociación del lehendakari Ibarretxe. Fue ayer en Vitoria, en unas jornadas de alto nivel jurídico organizadas por la Diputación y las Juntas Generales de Álava.

Herrero de Miñón, uno de los principales avalistas del plan Ibarretxe, volvió a tirar del "constitucionalismo útil" para defender que el proyecto "cabe formalmente" en el marco constitucional. Eso sí, precisó que su análisis se ceñía al texto "escrito" de dicho plan, prescindiendo de las precisiones que ha tenido después. En su opinión, Ibarretxe se "atiene formalmente" al procedimiento de reforma del Estatuto del artículo 46 y ve un único reparo constitucional en la reclamación de un Poder Judicial autónomo. Por el contrario relativizó la carga de conceptos como "libre asociación" o "soberanía originaria" e incluso quiso ver en él una renuncia del PNV a la estatalidad. "Puede ser políticamente muy discutible o rechazable, pero es políticamente negociable", concluyó.

Rubio Llorente, por el contrario, considera el proyecto de Ibarretxe "difícilmente conciliable" con la Constitución. De hecho, interpretó que su "tosca" enunciación jurídica incorpora un "juego de escamoteo": "Se pretende conseguir una reforma de la Constitución como si fuera una reforma del Estatuto", una intención que también aprecia en las propuestas de CiU y de Pasqual Maragall.

El catedrático de Derecho Constitucional recordó que, si bien se invoca el procedimiento del artículo 46 para la reforma del Estatuto vasco, se ha dicho a continuación que, aunque las Cortes no aprueban el proyecto, como es preceptivo, se someterá a referéndum en Euskadi. Así mismo, subrayó que conceptos como el de "libre asociación" o "ámbito vasco de decisión" no son compatibles con el espíritu ni la letra de la Constitución.

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