"Siempre intentamos quedarnos con lo simple y lo puro"
El cuarteto británico Coldplay, sin duda la sensación del año con su segundo disco, A rush of blood to the head, regresa a España después de unas memorables actuaciones en nuestro país en noviembre del año pasado. Anoche tocaban en el Palacio Vistalegre de Madrid y hoy lo harán en el Pabellón Olímpico de Badalona, en ambas fechas con enorme expectación de público. Poco antes de subirse al escenario, el cuarteto realizaba la correspondiente promoción en un hotel madrileño y su cantante, compositor y líder Chris Martin prodigaba una enorme simpatía, mientras practicaba con interés un incipiente castellano: "Sé pocas palabras, pero soy buen alumno", decía mientras unos ojos traviesos no dejaban claro si se refería a que había estudiado español en alguna academia en su Exeter natal o si su actual compañera sentimental, la actriz Gwyneth Paltrow, le da clases particulares.
"Si hay una buena guitarra, no hay por qué adornarla con trompetas"
Coldplay ya dio en el clavo con su primer álbum, Parachute. Desde aquel momento, Chris Martin y John Buckland, junto a sus dos compañeros, el bajista Guy Berryman y el batería Will Champion, iniciaron un periplo de profundo enriquecimiento personal: "Viajamos mucho, tocamos mucho, conocimos a un montón de gente distinta desde entonces. Hemos acumulado un montón de experiencias que han hecho que la música resulte aún mucho más excitante. Comenzamos a escuchar a muchos artistas diferentes, como Bob Dylan, Depeche Mode..., de todo. Visitamos otros países en los que la gente habla otras lenguas distintas. Han sido dos años de contactos culturales". Dos años que desembocaron en la grabación de A rush of blood to the head, un disco en el que público y crítica se pusieron de acuerdo para alabarlo como un clásico. También es un álbum sobre el que flota un cúmulo de influencias musicales y, en especial, la de los popes del rock depresivo británico: Joy División o New Order. Chris Martin aclara: "Cualquier cosa que nos guste se convierte en buen material para componer. Nos encantan esos grupos, pero también Stone Roses o Echo & Bunnymen y también amamos a Johnny Cass". Cuando se le indica que también Cass tiene un componente depresivo, Chris lo discute con suavidad: "No siempre. A veces puede resultar hasta gracioso. También nos gustan bandas nuevas como Interpol o gente como Eminem".
Coldplay han pasado a ser grandes muy deprisa y no sólo en su Inglaterra natal, sino también en América, donde eso no resulta tan fácil. Para Martin, el éxito puede deberse a un montón de razones. "Algunas las conocemos y muchas otras no. La primera es quizá que somos afortunados. Pero todavía es muy pronto para decir lo grandes que somos. Aún hay un camino muy largo por recorrer. Tenemos que probarnos mucho aún a nosotros mismos".
De momento, quizá sea la simplicidad con la que conciben canciones como In my place o Don't panic una de las claves para un éxito tan desaforado. Martin apunta al respecto que siempre intentan quedarse "con lo simple, con lo puro. Muchas veces grabamos un montón de instrumentos y de arreglos que después tenemos que desechar, porque son demasiado. Si hay una buena guitarra, no hay por qué adornarla con trompetas o con nada por el estilo. Generalmente, siempre intentamos quedarnos sólo con lo mejor de lo que grabamos".
Coldplay apoya en esta gira la campaña Comercio con Justicia -Fair Trade-, coordinada por la ONG Intermón Oxfam y que consiste en hacer llamar la atención de empresas y gobiernos acerca de la situación injusta por la que pasa el comercio con los pequeños productores en los países pobres.
Chris Martin ha viajado con Oxfam a Haití y a la República Dominicana para conocer en directo la situación de los pequeños productores de café y arroz. Desde entonces ha difundido en sus conciertos, entrevistas y actos públicos la necesidad de cambiar las reglas del comercio para permitir una vida digna a millones de personas en los países empobrecidos. Martin, quien comparte esta labor con otras estrellas de la música como Noel Gallagher, Miss Dynamite, Stereophonics, Radiohead o Bono, confiesa que "se trata de algo de lo que mucha gente no ha oído hablar. Como grupo podemos ayudar publicitándolo. Se trata de una idea muy simple: pagar a la gente de una manera justa por lo que hacen, que es algo que no se hace en muchos países. Creemos que si seguimos dándole publicidad a esto muchos gobiernos y empresas pueden cambiar cosas".
Inevitablemente, la guerra de Irak se abre hueco en esta conversación. En palabras de Chris Martin: "Ojalá todo pase rápidamente. Eso es lo mejor que puede pasar ahora. Nosotros decidimos no cancelar la gira porque no podíamos hacer nada para pararla. Sólo hacer que la gente se divirtiera y olvidara la guerra durante hora y media. Ahora que todo parece haber acabado me da la impresión de que lo único que importaba, que era coger a Sadam Husein, no estoy muy seguro de que se haya conseguido". Antes de concluir la entrevista y pese a la advertencia de que no le gusta mucho hablar sobre el tema, se inquiere a Martin por Gwyneth Paltrow: "No es que me moleste, sino simplemente que no quiero hablar de ella, ¿por qué hablar de tu vida personal para que otra gente haga negocio?".
Para evitar que se piense que la entrevista era sólo un pretexto para tratar tremas frívolos, se le avisa de que ella es muy conocida y querida en España por su relación con la localidad de Talavera. Martin no pierde la sonrisa y contesta: "Lo sé. Ella ama España", y termina añadiendo de nuevo en parco castellano: "Prometo que la próxima entrevista la haré entera en castellano".
Babelia
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