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La viuda de un letrado y sus cuatro hijos, a juicio por estafar 901.000 euros a una tetrapléjica

La vista contra los herederos del abogado fallecido se iniciará el 22 de abril

Cinco días está previsto que dure el juicio contra los herederos del abogado fallecido Luis Alberto Pinillos Mora, quien supuestamente se apropió de los 901.000 euros (150 millones de pesetas) que una compañía de seguros entregó a una cliente del letrado por un accidente de tráfico que la dejó tetrapléjica en 1992. La fiscalía de Madrid solicita penas que oscilan entre los cinco y los diez años de cárcel para la viuda e hijos del abogado por delitos de estafa o apropiación indebida, alzamiento de bienes y receptación. El juicio se iniciará el próximo 22 de abril en la Audiencia madrileña.

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La víctima, Bernadetta Lewandovska, es una inmigrante polaca de 39 años. En 1992, un terrible accidente la dejó tetrapléjica y con tres hijos. Desde entonces, la mujer está postrada en una cama. Sólo mueve la cabeza y uno de sus brazos. Necesita ayuda hasta para hacer sus necesidades. Una compañía de seguros la indemnizó con 901.0000 euros, pero su abogado, Luis Alberto Pinillos, entonces un afamado letrado de Segovia, cobró por ella el dinero y, según el fiscal, se lo apropió para él y su familia. Pinillos falleció en 1996, esfumándose con él el dinero. Bernadetta telefoneó a la viuda y ésta le dijo que no quería saber nada de las cuentas de su marido. Ella, su esposo y sus hijos quedaron entonces a merced de la caridad.

Tras años de investigación, el juez Tomás Martín Gil, del Juzgado 33 de Madrid, ha decidido sentar en el banquillo a los herederos del letrado fallecido. Sostiene que los herederos, encabezados por la viuda, tejieron una maraña de empresas para lucrarse y ocultar los millones.

Los acusados son la esposa del abogado fallecido, María Luisa Lorenzana Tejeiro, quien se enfrenta a una petición del fiscal de diez años de prisión (seis por estafa o robo y cuatro por insolvencia punible); los cuatro hijos del matrimonio, para quienes el fiscal solicita cinco años por receptación e insolvencia punible, y Santiago Vidaechea Solis, a quien el fiscal reclama seis años de prisisón. El juez le consideró un testaferro del fallecido y su viuda.

El fiscal relata en su escrito de acusación que la viuda del letrado, María Luisa Lorenzana, compartió con su esposo tres despachos de abogados, bajo la firma Pinillos-Lorenzana,SA, situados en Segovia y Madrid. María Luisa, siempre según el fiscal, cogestionó con su marido los bufetes tras sufrir éste una grave enfermedad en agosto de 1993 e intervino activamente en las actividades mercantiles de dos sociedades (Lenticolor, SL, y Cosmióptica, SL), que la familia constituyó en 1993 junto al también acusado Santiago Vidaechea, que actuó como administrador único. Tanto ella como su marido, detalla el fiscal, dispusieron de un poder entregado por Bernadetta y su marido, Andrezej Stasczak, para que gestionasen la indemnización. Antes del accidente, el matrimonio vivió en una granja de Segovia, donde conocieron al matrimonio de juristas. Luego, Bernadetta se trasladó a Toledo para hacer rehabilitación en el Hospital de Tetrapléjicos.

Indemnización

Señala el fiscal que el 1 de diciembre de 1993, la compañía de seguros indemnizó a Bernadetta con 901.000 euros. El dinero lo cobraron Pinillos y su esposa, y lo ingresaron en una cuenta particular que ambos poseían en el Banco de Castilla.

Esa cuenta presentaba entonces un saldo deudor de 20 millones de pesetas. Ambos abogados mintieron a Bernadetta al decirle que la indemnización había sido de 125 millones y les convencieron para gestionarles ese dinero, a sabiendas de que el matrimonio de inmigrantes ignoraba "las prácticas jurídicas, bancarias y de administración".

En realidad, 50 de los millones fueron a parar a la sociedad Omnigestion, de la que era administrador Vidaechea. Otra parte del dinero, según el fiscal, la ingresaron en una cuenta corriente abierta a nombre de los hijos del matrimonio Pinillos-Lorenzana. Y otros 70 millones, se lo apropió la familia a través de una maraña de sociedades creadas con la finalidad de ocultar el dinero.

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