"Somos habitantes de Ur, Bagdad y Basora", afirma César Antonio Molina

"Somos habitantes de Bagdad, Basora y lo que queda de Nínive y Ur", afirmó ayer el escritor y periodista César Antonio Molina en la presentación de Regresar a donde no estuvimos (Ediciones Península) en la Casa del Libro de Sevilla. Molina rechazó la guerra de Irak no sólo por el rastro de muertes que ha creado, sino también porque esta zona del mundo es un foco fundamental de civilización. "Nuestra cultura ha salido de allí", comentó el escritor.

"En Irak están Ur, Nínive, Babilonia... Es un lugar que está lleno de historia. Es el origen de nuestra civilización. Alejandro Magno murió en Babilonia; Abraham salió de Ur. Y parece que no nos interesa, que es un lugar bárbaro al que hay que entrar, arrasar y se acabó la historia", señaló el autor de Regresar a donde no estuvimos.

"Siento horror al ver a estos chicos americanos -muchos de ellos hispanos: la carne de cañón hispana- que entran en Irak como entraron los bárbaros en Roma. Esos lugares nos pertenecen a todos", explicó el escritor. "Todo salió de allí: el Tigris, el Éufrates, el Paraíso Terrenal, [la epopeya de] Gilgames... Es todo una locura, algo demencial", añadió Molina.

"Las personas que estamos relacionadas con la cultura tenemos la obligación de que la cultura sea un medio para conocernos y respetarnos y para explicarles a nuestros conciudadanos que también somos habitantes de Bagdad, Basora y lo que queda de Nínive y Ur", recalcó el autor.

Juan Carlos Marset y Manuel Ángel Vázquez Medel destacaron las cualidades del libro en la presentación. Regresar a donde no estuvimos es la continuación de Vivir sin ser visto. Molina se mueve en los dos libros entre la realidad y la ficción, lo soñado y lo vivido... El escritor definió ambas obras como "la novela de la memoria". "Una vez que se escribe, toda la memoria es ficción. Nada de lo que se cuenta aquí es real en sentido estricto", explicó el autor.

"Este libro es una especie de saga novelesca que terminará llamándose la novela de la memoria. Está narrada en primera persona, con unos personajes centrales, hay reflexiones, hay monólogos interiores, hay cuestiones existenciales...", indicó Molina. "Quiero contar todo ese cúmulo de visiones, músicas, imágenes, lecturas y experiencias que he vivido sin, por ello, contar mi vida", agregó.