El fiscal pide 17 años para la mujer que mató a su marido paralítico
El fiscal acusó ayer de asesinato a María Benedito, de 49 años, por dar muerte a su compañero sentimental, Vicente Calomarde, de 57 años, en la madrugada del 1 de diciembre de 2001 ahogándole con un pañuelo porque él quería abandonarla y desde dos meses antes mantenía una relación con otra mujer. Solicita además que la acusada indemnice con 90.000 euros a cada uno de los tres hijos de la víctima, de un matrimonio anterior. La acusación particular reclamó una pena de 20 años por asesinato y 360.000 euros para los hijos.
María Benedito, que sufre una hemiplejia en la parte derecha de su cuerpo, inició una relación sentimental con Vicente Calomarde, inválido sujeto a una silla de ruedas porque le faltaban las dos piernas, en 1995. Ella vendía cupones para minusválidos y él era delegado en Valencia de la empresa de Barcelona que organiza dicho sorteo. María declaró ayer ante el tribunal de jurado en la primera sesión de vista oral que hasta seis o siete meses de los hechos fueron una pareja normal, con una convivencia en la que hubo problemas "corrientes". Añadió que "Vicente era poco sociable pero nada más, no le gustaba ir saludando a la gente". La acusada relató que en junio de 2001 "él cambió sin ton ni son porque me negué un día a tener relaciones sexuales y un par de semanas después porque discutimos por el canal Quiero".
A preguntas del fiscal, María Benedito dijo que su pareja, con quien desde el principio tuvo una relación "como de matrimonio", no le había maltratado nunca hasta el verano de 2001, y especialmente en los dos meses previos al suceso.
Según la acusada, en octubre se enteró de que Vicente tenía una relación con otra mujer, Silvia, porque se lo dijo la secretaria. "Aquel día discutimos, mucho, y me dijo que se quería separar y que él y Silvia estaban esperando que les dieran una casa". María y Vicente siguieron juntos bajo el mismo techo, en el número 10 de la calle Alta del Mar de Natzaret, "sin tener ya ningún tipo de relación de pareja".
"Mucha fuerza en los brazos"
Ella explicó que no quería que él se fuera, que dependía de él para comer y que a pesar de lo sucedido le quería. Los episodios de violencia se sucedieron. "Nos pegábamos y nos insultábamos. Vicente iba en silla de ruedas pero tenía mucha fuerza en los brazos y era bastante autónomo, había vivido solo antes de conocerme", puntualizó.
María recordó que la noche de los hechos cenó con Vicente y Silvia en el Centro Andaluz. "Al volver a casa discutimos porque yo le dije si le parecía bonito ignorarme, no preguntarme qué quería comer o beber, hablar entre ellos y no dirigirme la palabra en toda la noche. Estábamos sentados en la cama, él no tenía las prótesis, me pegó un puñetazo, se lo devolví, me volvió a pegar y... no sé cómo fue, estaba de lado, cogí el pañuelo de seda que acaba de quitarme y se lo puse al cuello, no sé cuánto tiempo. Vi que se ponía morado y salí a una cabina a llamar a la policía". La defensa solicitó seis años de prisión por homicidio por imprudencia, matizó que fue un arrebato y que su cliente sufría malos tratos y depresión.
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