El Racing respira bajo una gran tensión

Tras cuatro derrotas seguidas, el Racing se reencontró con la victoria a costa del Sevilla, pero la reacción no fue fácil. Había demasiada presión. La mitad de los aficionados, aproximadamente, saludaron a Piterman y al consejo de administración con una cartulina roja. El equipo no se sintió apoyado hasta los últimos minutos, cuando más apretaba el Sevilla.

Tanta presión era difícil se sobrellevar. Se benefició el conjunto andaluz, que en el primer tiempo jugó cómodo, ordenado, con dos líneas muy presionantes y juntas y arriba, Reyes y Antoñito. El Racing se limitaba a resistir y todo anunciaba un empate, salvo por remate al poste de Vales y el penalti cometido por Alfaro.

El máximo castigo, ejecutado por Javi Guerrero, evitó que la tensión se agudizara.

Cos, Piterman y Yosu -ayer en el banquillo como segundo- optaron por resistir. En la segunda mitad, los racinguistas se encerraron en su parcela y su enemigo se lanzó al ataque. El equipo de Caparrós apretó con todo, sobre todo en el último tramo, cuando Víctor tuvo dos claras ocasiones frenadas por Lemmens. Bajo la tensión del graderío y con la amenaza del descenso, el Racing aguantó el tipo como pudo y respiró aliviado tras una tarde de crsipación.