Música por encima de modas
Los hermanos Hermida han editado 52 discos en los últimos cinco años
A los hermanos Antonio y Rafael Faly Hermida, de 40 y 35 años, respectivamente, les gusta el riesgo musical. Apuestan el dinero que tienen y, en ocasiones, el que no tienen con el único criterio que les sugiere su oído. A veces les ha salido bien. Otras, no tanto. Pero los varapalos no les han hecho desviarse del sentido original con el que fundaron la discográfica Bujío: promocionar músicos que aporten algo nuevo. Desde el convencimiento de que la bahía de Cádiz es una cantera de artistas, se embarcaron en una editorial musical y discográfica y llenaron así un vacío existente en el panorama musical de esa comarca gaditana, con una población aproximada de 700.000 habitantes.
"Y con una cultura musical importante", apostilla Faly, profesor de música, quien define "la función social" del Bujío en la música: "Buscamos y producimos a músicos que innoven, que sean minas en bruto a las que haya que pulir. Ese trabajo que tradicionalmente se ha hecho fuera, ahora se ofrece desde Cádiz con unos niveles competitivos en la calidad de la edición de los discos que no envidia nada al que garantizan las grandes discográficas".
Derechos de autor
En este momento, a Faly le suena el teléfono y responde a un músico que sus porcentajes están protegidos y que no tiene de qué preocuparse. Y es cuando Antonio, licenciado en Sociología, explica que Bujío "protege los derechos de autor" de los músicos porque no es una "discográfica pura y dura". "No somos un estudio de grabación. Nuestros servicios radican en enfocar artísticamente a los artistas, definir su mejor estilo, imagen y sonoridad y apostar por gente que traiga sus propios temas", detalla Antonio Hermida, quien tiene en la cabeza los 52 discos que han producido o editado en el quinquenio de vida de Bujío. "El ritmo que llevamos no es normal para ser una pequeña discográfica", subraya orgulloso, aunque, a renglón seguido, se sumerge en cierta dosis de resignación por lo que podían haber hecho. "Es que nos llegan un centenar de maquetas cada año", agrega.
Con todo, ambos están "moderadamente" satisfechos por la labor realizada en una coyuntura desfavorable. Las grandes discográficas mundiales y nacionales se han resentido de la piratería. Esta crisis casi borra del mapa a Bujío. "Muchas han cerrado y nosotros hemos pasado dos años de perros. Creemos que el peor momento está ya pasando", explica Faly. El fenómeno de Operación Triunfo les sugiere una doble reflexión. "Son subproductos artificiales que le han hecho mucho daño a la cultura musical y a la buena música, pero, al menos, han salvado el mercado", esgrime Antonio.
Su mayor mérito es sobrevivir en un mercado sumergido, según lamentan, "en una vorágine vertiginosa llena de intereses oscuros y perversiones". Conscientes de ello, cuidan que la relación con el artista prime sobre cualquier otro interés. Aún así, se han visto obligados por la recesión y la crisis que ha afectado al sector musical a diversificar sus actividades y ofertas. Además de producir dos libros y cuatro vídeos musicales, se han erigido, en ocasiones, en una agencia de contratación artística cuando han organizado conciertos o ciclos de música.
Internacionalización
Es en este campo donde la colaboración con las instituciones y administraciones públicas ha surtido un mayor efecto. "Tenemos un abanico de servicios de producción porque la venta de discos no es suficiente. Hemos actuado como representantes de artistas o por encargo de las delegaciones de Cultura de los ayuntamientos, Diputación o Junta", afirma Faly, quien matiza que son colaboraciones limitadas: "Si dependes del dinero ajeno para sobrevivir, terminas estrellándote".
Así las cosas, se entiende que hayan creado una agrupación de intereses económicos integrada por algunas discográficas andaluzas para exportar música de la región al extranjero gracias al apoyo de la Comercializadora de Productos Andaluces (CdA). Han incorporado algunos de los artistas que han producido como el cantaor flamenco jerezano Juan Zarzuela, el saxofonista gaditano Pedro Cortejosa o los discos que preparan. Sus proyectos más inminentes son un viaje a las raíces del flamenco con grabaciones de los cantes de las tribus de Mesopotamia a los que acompaña la guitarra de Moraíto, así como un disco de Alipama, un grupo pop-rock de Cádiz con gran proyección. No son artistas que vaya a recoger de inmediato discos de oro. Ni siquiera se aproximarán a ellos. "Pero son gente con talento que merece una oportunidad", concluyen los hermanos Bujío, como les conocen en la Bahía de Cádiz.
En busca del 'pelotazo'
No les obsesiona, pero sí sueñan con el éxito total de un artista al que promocionen.
"No es nuestro objetivo, pero existe esa posibilidad de producir algo que le guste a mucha gente", confiesa Antonio Hermida, convencido de que "no tiene que existir un divorcio permanente entre la buena música y la música comercial". Faly agrega: "Pero se tienen que dar muchos factores externos al mismo tiempo, con lo que la realidad te devuelve normalmente a la trinchera". Con todo, esta ilusión de liderar algún día las listas de ventas no les hace renunciar a sus principios. "Por encima de todo está la transparencia en los porcentajes, el trato y la representación de los artistas, con los que nos suelen unir lazos de amistad más que de conveniencia", explican.
Bujío tiene sus puertas en una finca a la que da nombre en la barriada Meadero de la Reina s/n, de Puerto Real (Cádiz). El teléfono es el 956 83 61 24, su página web es www.bujio.com y el correo electrónico producciones@bujio.com.
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