"Es difícil saber quién es el Bill Gates de la biotecnología"

Desde que se dio por descifrado el genoma humano, en 2000, la biotecnología es una promesa empresarial. Para coordinar el esfuerzo de este sector inmaduro, el Gobierno ha creado Genoma España, una fundación con vocación empresarial que dirige José Luis Jorcano.

Pregunta. ¿Se puede hablar de sector biotecnológico en España?

Respuesta. La generación de conocimientos, la investigación básica, es razonablemente buena, aunque somos conscientes de que el porcentaje del PIB que se destina a investigación está por debajo de la media europea. Los países con los que competimos están mejor en ese ámbito. Lo mismo ocurre con la inversión. Es un sector emergente que necesita capital-riesgo. La consecuencia es que en España hay pocas empresas.

"Esto no son las puntocom. La cantidad de conocimiento, años de trabajo e inversión que hay detrás es tremendo"

P. ¿Cuántas son?

R. Existen 195 empresas, 32 enteramente dedicadas a la biotecnología, según datos de la OCDE de 2001.

P. ¿Cuál es la diferencia?

R. Las 32 producen y venden productos biotecnológicos, como Zeltia. El resto son empresas o instituciones que tienen que ver con el sector. Éste está muy mal medido. La cifra que da la patronal Asebio, más de 4.000 millones de euros, no se refiere sólo a la facturación de las empresas plenamente dedicadas. Se refiere a la facturación total de las 195 empresas. Una de nuestras misiones este año es hacer el mapa biotecnológico español.

P. ¿Qué conclusión extrae de esta situación?

R. Es prometedora, pero hay que darle impulso. Es un sector muy inmaduro y el mercado está muy virgen. La primera consecuencia es que estamos ayudando a patentar a otros países. Hay que involucrar al capital privado. Si no nos damos prisa, lo harán inversores extranjeros.

P. ¿Es posible hacerlo desde España?

R. La cultura del riesgo empresarial es reciente y está poco desarrollada. Pero hemos hecho cosas más complicadas. En deportes, España no consiguió nada hasta los Juegos Olímpicos de Barcelona. Puso en marcha el Plan ADO y obtuvo 22 medallas.

P. ¿Es esa la labor de Genoma España?

R. Ya nos gustaría. Pretendemos ser un catalizador que ayude a poner en marcha al sector. Hay que tener proyectos de buena calidad; estar presente en los consorcios internacionales, ya que no hay ningún país que los pueda abordar en solitario; estimular la investigación.

P. ¿Qué presupuesto tiene?

R. Unos 8 millones de euros anuales. Además hay patronos privados, que contribuyen con 300.000 euros. Esteve es el primero y tenemos conversaciones con otros. Hemos creado un órgano más asequible, el Consejo Empresarial. Necesitamos al sector dentro porque nos ayuda a diseñar mejor los objetivos y estrategias.

P. ¿Qué incentivos existen para estas empresas?

R. El régimen fiscal es el más favorable de la OCDE. Se pueden desgravar hasta el 40% de los gastos en I+D.

P. ¿La reacción del Gobierno no llega tarde?

R. Es un tren que pasa muy rápido. Estamos a tiempo de subirnos porque la parte crítica, la generación de conocimiento, es nuestra fortaleza. Si no, lo hubiéramos pérdido. El Gobierno es consciente de eso.

P. ¿Cómo son las empresas de este sector?

R. La mayoría son start-ups que están desarrollando productos y servicios basados en un gran conocimiento y que tienen las dificultades propias de las iniciativas pioneras. En unas cuantas tenemos mucha confianza. Sólo 1 de entre 5 y 8 salen adelante, según la estadística.

P. ¿No cree que se han generado demasiadas expectativas?

R. Sí. Hasta hace poco, la biología sólo era conocimiento. En los últimos años está adquiriendo valor comercial. Hay empresas que por poner un anuncio en The New York Times consiguen que sus acciones suban. Es peligroso, pero es la dinámica empresarial. Esto no son las puntocom. Es enorme la cantidad de conocimiento que hay detrás, son muchos años de investigación, mucho dinero. Es muy difícil saber quién va a ser el Bill Gates del sector. Todos los análisis indican que es uno de los sectores de más impacto económico en el siglo XXI.