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Un proceso de unos dos años de duración para traer a un menor de China

El proceso de adopción de un menor extranjero es muy variable en función del país de origen del niño. Uno de los países en los que la tramitación es más ágil y transparente es China, donde el trayecto completo es de unos dos años, comenta Maite Comins, presidenta de Piao, una de las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (ECAI).

El inicio pasa por las dependencias de la dirección territorial de la Consejería de Bienestar Social. Allí se presenta la solicitud y la dirección general del menor tramita el certificado de idoneidad, un documento destinado a probar que las personas que piden acoger un menor están capacitados. Si la respuesta es positiva -unos ocho meses más tarde- este documento se remite a las ECAI, encargadas de seguir con el procedimiento. Estas entidades remiten la documentación a la Administración estatal y, luego, a la extranjera. En el caso de China, al año y medio del inicio suele llegar la asignación del menor a los solicitantes, junto a un informe médico y otro social. La familia tiene entonces que aceptar o rechazar a la niña -el número de varones chinos adoptados es mínimo- y unos 40 días más tarde tiene lugar el viaje de recogida. En total, el proceso cuesta unos 7.500 euros.

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