Norteamericanos y británicos contra la guerra

Los abajo firmantes, ciudadanos de Estados Unidos y Gran Bretaña y residentes en Barcelona, denunciamos la invasión de Irak por parte de nuestros gobiernos, y con el apoyo del Gobierno de España, como injustificada, inmoral e ilegal, en flagrante violación de los fundamentos del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas.

A pesar del enorme poder propagandístico de estos gobiernos, la respuesta ciudadana a este acto de agresión ha sido movilizaciones en nuestros países y en el mundo entero, de una magnitud que jamás se había visto en la historia. Ya empezamos a ver cómo el poder político intenta ahogar las protestas, primero con trabas burocráticas que atentan contra el derecho de manifestarse, luego con acciones policiales desproporcionadas y brutales. Más de 3.000 personas detenidas en EE UU hasta la fecha, en diversas manifestaciones. Más de 120 heridos en Madrid el domingo día 23.

Como residentes en España, nos unimos plenamente al movimiento contra la guerra aquí donde vivimos. Frente a la mentira, hay que seguir diciendo la verdad; frente a la provocación policial y mediática, hay que seguir con las manifestaciones.

Se plantean, en este momento, muchas iniciativas: un boicot a productos norteamericanos, la consulta social, las acciones legales o la huelga general. Nosotros, sin despreciar ninguna de ellas, apoyamos, sobre todo, la última, ya que una situación de suma gravedad exige medidas de la máxima contundencia. Cuando llegue el día de la huelga, la guerra ya podría haberse terminado. Pero hay que tener en consideración dos cuestiones: 1) la guerra ilegal, cuando termine, no deja de ser ilegal, hay que exigir responsabilidades políticas y, en su caso, jurídicas, y 2) la doctrina Bush de guerra preventiva (totalmente ilícita, según el derecho internacional) nos va a llevar a una guerra tras otra. Hay que pararles los pies ya.