La hora de Fonsi y Pedrosa

Es una cuestión de lógica. Sólo Marco Melandri impidió el pasado año que Fonsi Nieto se convirtiera en campeón del mundo del cuarto de litro, un título que no consigue un español desde que en 1989 se coronara por segunda vez consecutiva Sito Pons. Hizo Fonsi una temporada excepcional. Protagonizó incluso la escena del Mundial, en Estoril, luchando contra la física, caído en el suelo y sin soltar su Aprilia, dando vueltas en redondo, evitando que se calara, para luego levantarse, remontar siete puestos y ganar la carrera. En el tramo final del campeonato no pudo mantener el ritmo que le había llevado a ganar, además de en Portugal, en Jerez, Francia y Malaisia -amén de conseguir once veces la pole position- y vio cómo se escapaba Melandri. Pero éste, el campeón, ya no está. Se ha ido a emprender mayores retos en la MotoGP, a la sombra de su admirado Rossi.

Nieto y Toni Elías podrían rememorar los históricos duelos entre Pons y Garriga

Es Fonsi el máximo favorito, cierto, un lastre a veces demasiado pesado. Ocurre además que su pretemporada no invita al optimismo, aunque habitualmente este hecho acaba siendo intrascendente. Recibió el español algunas críticas cuando, en pleno periodo de entrenamientos, se cogió vacaciones y se marchó una semana a Brasil. "Necesitaba desconectar, pero que nadie crea que me he acomodado. A Ronaldo le pasó lo mismo. Le pusieron a parir y luego fue Dios", ha proclamado.

Hace sólo un año, Fonsi volaba en la pretemporada. Ahora no. Él lo achaca a los frenos, que han cambiado por las nuevas normas. Antes eran de fibra de carbono; ahora son de hierro. Sin embargo, en las mismas condiciones, con la misma Aprilia y, por supuesto, con los mismos frenos, Toni Elías ha obtenido unos resultados magníficos. Pero lo ocurrido hasta hoy no despoja, ni mucho menos, a Fonsi de su condición de máximo favorito. Y estando junto a él Elías, el mejor debutante del pasado curso en la categoría, no resulta extraño pensar en la posibilidad de que se resucite el fabuloso duelo que a finales de los ochenta mantuvieron en esta misma cilindrada Sito Pons y Joan Garriga. Sobre todo en 1988, cuando Pons acabó el primero, con sólo 10 puntos de ventaja sobre Garriga.

Podría producirse un mano a mano similar, según todos los indicios, de no ser porque en la categoría ha desembarcado el sanmarinés Manuel Poggiali, campeón del mundo de 125cc en 2001 y subcampeón en 2002, cuya adaptación a la Aprilia ha sido espectacular. "La moto de Poggiali va como un tiro", han reconocido Nieto y Elías, pese a lo cual ambos creen que el doblete español, 25 años después del último, está a tiro.

Como lo está el triunfo de Dani Pedrosa, de 17 años, en los 125cc. Él asume su condición de candidato, pero no de favorito. Porque, a diferencia de lo ocurrido en los 250cc, el vigente campeón, el francés Arnaud Vincent, sigue en liza. Además, éste ha emigrado al equipo KTM, que amenaza con algo grande. Tras ganar tres grandes premios en el anterior campeonato, Pedrosa está llamado a dar un salto aún mayor en una categoría que ha conocido seis campeones distintos en los seis últimos años.

Uno de esos campeones fue, en 1999, Emilio Alzamora, que, tras su segunda probatura en los 250cc, ha optado por bajar de nuevo un escalón y subirse a una Derbi. A sus 29 años, Alzamora se verá rodeado de jóvenes, muchos de ellos españoles, que ni siquiera llegan a la mayoría de edad. Y entre una y otra generación figura Pablo Nieto, que se muestra convencido de que su condición de tapado es su mejor aval en un campeonato en el que los que se autoproclaman candidatos son legión.