BTV, una ventana al concierto por la paz

Barcelona Televisió (BTV) acreditó ayer con creces su condición de televisión pública. Durante casi cuatro horas transportó a los ciudadanos desde sus casas hasta el macroconcierto por la paz, como si cada hogar dispusiera de una gran ventana con vistas a la avenida de la Reina María Cristina. Pese a no disponer de grandes medios -una sola unidad móvil y nueve cámaras-, la cadena local coronó una retransmisión en riguroso directo que tuvo la virtud de comunicar al telespectador toda la emoción del momento, trasladó el espíritu reivindicativo del acto y acertó a mostrar el mosaico humano que, en definitiva, constituye la Barcelona que clama contra la guerra de Irak.

Únicamente con cuatro cámaras en el escenario, otras tantas entre el público y enfocando la actuación de La Fura, y la novena en lo alto de una de las Torres Venecianas, sin ayuda de locución, BTV captó el espíritu de la concentración, un espíritu que el jefe de realización de la cadena, Jordi Bartomeus, no dudó ayer en calificar de "democrático".

Bartomeus atribuyó el mérito del programa al acto y no tanto al dispositivo de BTV, que su equipo empezó a preparar hace 15 días con un objetivo: "plasmar el ambiente". "Se trataba de transmitir el sentimiento, la reivindicación, y eso, ayer, estaba allí, en las pancartas, en el rostro de la gente, en los niños, en los mayores, en las personas de distinta procedencia y cultura... La verdad es que entre todos nos han hecho el trabajo muy fácil", concluyó Bartomeus.