_
_
_
_
Reportaje:GUERRA EN IRAK | La denuncia del PP

"Hay preocupación, pero exageraríamos si dijésemos que tenemos miedo"

Algunas sedes del PP han sido atacadas con piedras por violentos que aprovecharon las manifestaciones contra la guerra

El apoyo del Gobierno español a la guerra contra Irak ha dado pie para que algunos grupos radicales hayan elegido las sedes del Partido Popular como blanco de sus protestas y de sus iras. En Galicia, además, las agresiones contra los locales y sedes del PP arrancan de las manifestaciones contra la LOU y la catástrofe del Prestige. Lo que sigue es un relato, desde dentro, de estas jornadas de protesta vividas en las principales sedes del PP en España.

GALICIA "Es casi diario"

Más información
El 91% de los españoles rechaza la intervención militar en Irak, según el CIS
El PSOE ordena a todos sus cargos que condenen cada agresión al PP
"Asesinos" en el 'Diario de Sesiones'

Al empleado de la sede central del PP gallego en Santiago ya no le llama la atención toparse con un estampado de cáscaras de huevo junto a la puerta. "Estamos acostumbrados, es casi diario", dice con resignación. Lo que está ocurriendo desde hace días en sedes del PP de toda España viene de más antiguo en Galicia. Primero fueron las manifestaciones contra la LOU, hace año y medio, muy multitudinarias en Santiago, donde la sede popular ya concitó las iras de los más exaltados. Y luego llegó el chapapote, del que tampoco se libraron las puertas de la oficina del PP gallego, embadurnadas por un grupo de jóvenes exaltados. Pero las protestas contra la guerra han derivado en un acoso a las sedes mucho más intenso que hasta ahora. En casi todas las ciudades, las oficinas populares han recibido lluvias de huevos o de tomates, les han roto algún cristal y les han hecho pintadas o les han colocado un maniquí con salpicaduras rojas, como en A Coruña. En la mayoría de los casos, admiten portavoces del partido, los autores proceden de los grupúsculos del radicalismo independentista, muy minoritario. "Hay preocupación, pero exageraríamos si dijésemos que tenemos miedo", asegura el empleado de la sede de Santiago.

CANARIAS Pintura roja y huevos

El único incidente registrado en las sedes del PP de Canarias ocurrió el pasado viernes por la noche. Unos 100 manifestantes que se dirigían a la sede del consulado de Estados Unidos en Las Palmas de Gran Canaria para protestar contra la guerra se detuvieron frente a la sede del PP en la capital, en el mismo edificio del consulado de Alemania. Los manifestantes entraron al portal -sin llegar a la sede de los populares, que se ubica en la segunda planta-, y lo mancharon de pintura roja y huevos. El presidente del PP canario, José Manuel Soria, abandonó el lugar pasadas las 10 de la noche sin más incidentes.

BARCELONA Un quiosco en plena sede

Javier Fernández se marchó hace dos meses de Bilbao. Se instaló en Barcelona en busca de una tregua a tanta kale borroka. Su tranquilidad se quebró cuando el PP decidió apoyar la invasión angloamericana en Irak. Su error, comprar un quiosco frente a la sede barcelonesa del PP, en la calle de Urgell. Sus ingresos han caído en picado, al igual que los de los comercios de la misma acera. "Estamos agobiados, porque la gente evita pasar por aquí", asegura resignado. Desde que estalló la guerra, una valla rodea la sede y tres furgones de la policía la custodian permanentemente. Miles de estudiantes se concentran cada día frente al edificio, al que han arrojado huevos, tomates y pintura, además de echar 700 kilos de estiércol en la calle. Las persianas de las ventanas exteriores permanecen bajadas y los trabajadores han desocupados los despachos que dan a la fachada y han acortado su jornada laboral, de manera que acaban a la una de la tarde. "La gente está muy bregada, pero hay mucha inquietud", admite un dirigente regional del PP. Desde el inicio de la guerra, se ha contabilizado un total de 39 actos vandálicos contra sedes del PP catalán o contra dirigentes de esta formación política, y se han colocado escoltas a un parlamentario y tres concejales.

PALMA DE MALLORCA Tres huevos y una canica

Tres huevos y una canica impactaron el miércoles al mediodía en los cristales de la sede del PP en Palma de Mallorca, por lanzamientos efectuados por manifestantes juveniles contra la guerra. Los organizadores de la protesta intentaron impedir la acción, como antes habían tratado de evitar que la marcha llegara al portal del local del PP.

MADRID Fuerte escolta

La sede central del PP, en la madrileña calle de Génova, está fuertemente escoltada por furgonetas del Cuerpo Nacional de Policía. La presencia policial más fuerte se produjo el pasado miércoles, por temor a que los estudiantes subieran hasta allí en su jornada de protesta. Cinco furgonetas policiales se apostaban a la entrada de la sede, que ha cerrado el acceso lateral a la oficina de atención al ciudadano. Ayer, esa protección había bajado a sólo una furgoneta. En todo caso, lo que más preocupaba al PP era el "ataque virtual" a su ciberpágina

stuvo todo el día inaccesible. El diputado Rafael Hernando, miembro de la dirección, calificó este "bombardeo virtual" de "grave ataque contra la libertad de expresión" pues esa página es "uno de los medios de comunicación más importantes que tiene el Partido Popular con los ciudadanos".

COMUNIDAD VALENCIANA Una docena de agresiones

El PP de la Comunidad Valenciana aseguró ayer que ha sufrido una docena de "ataques y agresiones" en sus sedes locales. Según el parte de incidencias, los ataques registrados han consistido en el lanzamiento de pintura y huevos contra las fachadas, la rotura de cristales y la "concentración con banderas republicanas y del PCE" frente a la sede central del PP en Valencia, cuyo personal abandonó las oficinas el pasado día 20 "por recomendación de la policía". Según los responsables, las sedes que han sufrido "ataques" desde el día 20 de marzo han sido las de Valencia, Elda, Castellón, Montcada, Gandia, Godella, Paiporta, Oliva, Burjassot y Sagunto. Ayer, el alcalde de Elda y presidente de la federación socialista valenciana, Juan Pascual Azorín, amenazó al presidente del PP regional y ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, con llevarle a los tribunales si no rectifica unas declaraciones en las que señaló como coautores del lanzamiento de pintura contra la sede popular en la citada localidad a dos concejales socialistas.

ANDALUCÍA Paso de universitarios

En Sevilla, la sede regional del PP ha sido objeto en los últimos meses de numerosos ataques siempre por parte de una minoría de los miles de manifestantes que han participado en las diversas marchas de protesta organizadas contra la guerra de Irak. La ubicación de la sede regional, justo enfrente del edificio principal de la Universidad de Sevilla, y el hecho de que la calle de San Fernando sea paso obligado de la mayor parte de las manifestaciones autorizadas en la capital andaluza (cuyo recorrido suele ser desde Plaza Nueva hasta la Plaza de España) provoca que el edificio del PP sufra continuos ataques. De un tiempo a esta parte, los desperfectos que originan estos incidentes no son ni siquiera reparados. Así, desde hace varios meses, la fachada del edificio del PP presenta un lastimoso estado, con gran parte de los cristales rotos o remendados con cinta aislante y numerosas manchas en sus paredes, fruto del impacto de naranjas, huevos o globos de pintura roja. Cuatro sedes del Partido Popular en Málaga han sufrido ataques vandálicos en la última semana. Se trata de las de la capital, Campillos, Fuengirola y Vélez. El jueves de la semana pasada por la noche, personas no identificadas arrancaron el portero automático de la sede provincial, en la calle de Salvago, y arrojaron huevos contra la puerta del edificio. Ayer, el local amaneció con pintura blanca y verde en sus paredes.

[Los incidentes contra las sedes del PP llegaron ayer a Buenos Aires, donde este partido mantiene una oficina. La fachada quedó embadurnada con restos de huevos y tomates que arrojaron un grupo de bonaerenses].

Reportaje realizado con informaciones de Xosé Hermida, Juan Manuel Pardellas, Josep Garriga, Andreu Manresa, Pilar Marcos, Joaquín Ferrandis, Sergio Mellado y Leonor García.

Protesta ante la sede del PP de Madrid.
Protesta ante la sede del PP de Madrid.BERNARDO PÉREZ / SUSANA SÁEZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_