García Montero clama contra la guerra

La poesía, la conciencia y el diálogo frente a la barbarie de la guerra de Irak. El poeta Luis García Montero (Granada, 1958) reivindicó ayer la poesía y la palabra frente al "espectáculo de la barbarie que es la guerra que estamos viendo". Lo hizo en Sevilla, en la Casa del Libro, durante la presentación de La intimidad de la serpiente (Tusquets), su último poemario, acompañado por el escritor gaditano Felipe Benítez Reyes. "Es la prepotencia del lujo, la desconsideración hacia los demás, la ley del más fuerte, que se salta la ley y el derecho internacional para apostar por la barbarie", dijo. Con estas palabras se refería a la violencia de los conflictos bélicos en general y al ataque a Irak en particular.

"La guerra es la liquidación de la palabra y de la conciencia individual en nombre de unos intereses que poco tienen que ver con los espacios públicos y sí con el silencio, el secreto y la mezquindad. Es lo contrario de la poesía, que es la reivindicación de la individualidad para dialogar". García Montero afirmó que la respuesta moral de las sociedades pobres cambia con la opulencia y la riqueza. "Hay valores que se mantienen en las sociedades pobres por la urgencia de la necesidad, valores que se pierden en las sociedades ricas cuando el progreso se confunde con la prepotencia y el consumo devorador", señaló.

El autor de Completamente viernes se refirió a la modificación de los códigos de conciencia por el neoliberalismo, "la marca impudorosa de la sociedad de consumo". "La destrucción de los espacios públicos implica la destrucción de las conciencias individuales, sin las que no es posible el diálogo. Por eso reivindico la conciencia individual y el diálogo".

García Montero leyó algunos versos. Entre poema y poema, animó a los partidos y organizaciones sociales implicados en las movilizaciones del "No a la guerra" a desalojar al PP del Gobierno en las elecciones. "Se les acusa de hacer electoralismo con la guerra de Irak. ¡Bendito electoralismo! Porque es peor tragarse las mentiras que se están diciendo sin el consuelo de unas elecciones inmediatas en las que castigar a los que nos traicionaron", manifestó. Y, de inmediato, alentó a grupos políticos y organizaciones sociales a hacer "el máximo electoralismo posible". "La única solución democrática es echarlos de todas las instituciones ", indicó. "Estoy un poco encendido. Es que se me revuelven las tripas cada vez que veo lo que está ocurriendo", concluyó.

Horas antes, el poeta granadino había presentado su libro en un restaurante sevillano. "Con qué ferocidad y a qué hora importuna / salen tus veinte años de la fotografía / para exigirme cuentas. / En los ojos heridos por la luz / sostienes la mirada de mis sombras, / en el descaro de tus profecías / desdeñas la lealtad de mis recuerdos, / en la piel transparente / anegas el cansancio de mi piel / y defines mis años por traiciones". Los primeros versos de Cuarentena, el poema que sirve de pórtico al libro, muestran el encuentro del hombre que ha dicho adiós a su juventud con su pasado.

"La intimidad de la serpiente es un ejercicio de conciencia que se convierte en un ejercicio de memoria", señaló García Montero. El libro se abre con un cita de Luis Cernuda cuyo inicio dice: "¿Riqueza a costa del espíritu? ¿Espíritu a costa de la miseria? Ambos, espíritu y riqueza, parece imposible reunirlos". Ahí está una de las claves del libro. Cernuda reflexionó sobre el equilibrio entre el espíritu y la pobreza cuando llevaba más de 20 años exiliado. Había pasado por Francia, Reino Unido, EE UU... A su llegada a México, "se sintió conmovido por la lengua". "Tras muchos años viviendo en sociedades industriales se reencontró con la pobreza", relató García Montero.

Esta visión de la pobreza le retrotrajo a los paisajes de su infancia sevillana, a ese mundo que, a la par que iba siendo descubierto, mostraba las llagas de una desigualdad hiriente. "La cita de Cernuda me da la atmósfera del libro. Intentó comparar los símbolos y las metáforas de la Andalucía en que crecí en los años sesenta, que era una sociedad pobre, con los símbolos y métaforas de la realidad presente, una Andalucía mucho más próspera que pertenece a la sociedad de la riqueza", explicó.

El poeta recordó cómo Andalucía ha pasado de ser una tierra de emigrantes a un lugar donde acuden inmigrantes "a ganarse la vida". "Antes, esa respuesta moral de la conciencia era una respuesta frente a la pobreza. Ahora, el ejercicio de conciencia es ante la riqueza: cómo escapar del pensamiento único, de la prepotencia del consumismo", agregó. Cómo impedir que los hombres sigan matándose en el siglo XXI.