Las malas formas de Luis Aragonés
Turienzo no amonestó al técnico, pese a su airada protesta, porque no le dijo "nada relevante"
"Yo no le recriminé", dijo Luis Aragonés, con una sonrisa irónica, tras el encuentro con el Rayo Vallecano en relación a la perorata que le echó al árbitro, Javier Turienzo Álvarez, por pitar el final de la primera parte en pleno contraataque del Atlético. Pero sí le recriminó. Y, además, de malos modos. "El contenido de la conversación fue normal, pero las formas es cierto que se salieron de lo habitual", dijo ayer Turienzo a este periódico. ¿Por qué no amonestó al entrenador del Atlético? "No puse nada en el acta ni le mostré la tarjeta amarilla porque lo que me dijo no tenía tanta relevancia", añadió el colegiado vizcaíno.
O sea, malas formas, pero sin castigo, una licencia propia también del jugador madridista Fernando Hierro, que acostumbra a recriminar con grandes aspavientos a los árbitros sin recibir tarjetas. Sin embargo, muchos otros son amonestados, y expulsados, cada jornada por sus protestas. Para la mayoría no hay carta blanca.
Con su bronca en público, Luis quiso presionar a Turienzo. Se dirigió con rabia hacia él en el intermedio, desde el banquillo, le levantó la voz, le señaló con el dedo... Pero su estrategia no funcionó. En la segunda parte, Turienzo no pitó un penalti claro a favor del Atlético por manos de Mario. Así que, tras el partido, Luis rompió el pacto de no hablar de los colegiados que había hecho a principios de temporada, cuando les visitó en una concentración en Santander y prometió no criticarles. Turienzo se negó ayer a comentar el rapapolvo de Luis -"lo tengo prohibido"-, pero sí admitió que usó malos modos con impunidad. Pero él aguantó sin amonestarle.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.