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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Rem Krasílnikov, jefe del contraespionaje soviético

Rem Krasílnikov, el legendario general del KGB que organizó las más notables operaciones contra la CIA en Rusia, falleció en Moscú a los 76 años.

Prácticamente un desconocido para los profanos, Krasílnikov tenía una gran influencia en el interior del todopoderoso KGB soviético y en la CIA era reconocido como uno de sus principales adversarios.

Krasílnikov nació en la familia de un oficial del Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD), predecesor del KGB, y fue bautizado con un típico nombre de esos que surgieron en los primeros años del poder bolchevique: Rem, un acrónimo que se descifra como "Revolución-Engels-Marx". El hijo no defraudó las esperanzas del padre, y, después de diplomarse en el Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú en 1949, siguió sus pasos en los servicios secretos.

Rem eligió como esposa a una mujer que también había sido bautizada con un nombre revolucionario: Ninel, es decir, Lenin leído de derecha a izquierda; pero la pareja dio a sus hijos nombres normales: Serguéi y Tatiana.

Como espía soviético, Krasílnikov trabajó en muchas zonas, desde Oriente Próximo hasta América del Norte. Pero su auténtica carrera la hizo en Moscú como cazaespías. Fue jefe del segundo departamento del Segundo Directorio Principal del KGB, que tenía como misión neutralizar las actividades del MI-6, el servicio secreto británico.

Durante esa época compartió mucho tiempo con Kim Philby y George Blake, dos espías que habían huido a Rusia y de quienes obtuvo una valiosísima información sobre los servicios secretos del Reino Unido.

Más tarde pasó a encabezar el primer departamento del citado Directorio, responsable de luchar contra las actividades de la CIA en Moscú. Durante la jefatura de Rem Krasílnikov el Kremlin logró obtener información sobre los espías que trabajaban en Rusia para Estados Unidos.

Todo comenzó en 1984, cuando Edward Lee Howard, agente norteamericano que fue expulsado de la CIA cuando ya estaba todo preparado para que se fuera a Moscú, empezó a informar al KGB de los espías de Washington en Moscú.

A Howard le siguió al año siguiente Aldrich H. Ames, jefe de contraespionaje en el departamento soviético de la CIA, quien entregó al KGB una lista de los rusos que trabajaban para la CIA, y en otoño de ese mismo año de 1985, el agente del FBI Robert Philip Hanssen también delató a una serie de espías.

Como resultado de esas delaciones de la década de los ochenta, Krasílnikov se anotó una serie de triunfos al desenmascarar a "traidores" que terminaron siendo ejecutados, como el científico Adolf Tolkachov, quien dio a la CIA miles de documentos secretos sobre aviones de combate.

Gracias a las operaciones dirigidas por Krasílnikov, una verdadera caza de espías, para el año 1987 la CIA se había quedado prácticamente sin agentes en Rusia.

El legendario general del KGB ha sido visto por algunos oficiales de los servicios secretos norteamericanos como la personificación de Karla, el misterioso jefe del espionaje soviético de las novelas de John Le Carré.

Después de retirarse del KGB, Krasílnikov se dedicó a la docencia, enseñando en la Academia del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, y escribió varios libros en los que utilizó algunas de las historias de los espías que desemascaró. Así, El fin del topo trata sobre un espía soviético que trabajaba bajo techo diplomático y que fue fichado por la CIA. Escribió, además, El KGB contra el MI-6. Cazadores de espías y Los nuevos cruzados. La CIA y la perestroika, títulos que hablan por sí mismos.-

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