Hans Hermann Groer, ex obispo de Viena

El ex arzobispo de Viena Hans Hermann Groer, que desencadenó la mayor crisis de la Iglesia católica en Austria desde 1945 tras ser acusado de abuso sexual de menores, falleció de cáncer y neumonía el día 23 de marzo a los 83 años.

El cardenal Groer, arzobispo de la capital austriaca entre 1986 y 1995, vivió en los últimos años retirado en un monasterio tras no haber podido desbaratar nunca las acusaciones de abuso sexual cometido contra algunos de sus alumnos en un seminario de la archidiócesis de Viena y, más tarde, de monjes de la abadía benedictina de Goettweig, en Baja Austria.

Las primeras acusaciones contra él, que el arzobispo rechazó rotundamente y a las que después respondió con un silencio absoluto durante años, surgieron en marzo de 1995 y fueron levantadas por un ex alumno suyo, Josef Hartmann, en el semanario austriaco Profil. En 1998, el abad primado benedictino, el estadounidense Marcel Rooney, efectuó por solicitud de la orden una visita a la abadía de Goettweig e interrogó a los monjes.

Aun antes de esa visita de control, cuatro obispos austriacos, entre ellos el actual arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schoenborn, publicaron una declaración en la que afirmaron haber "llegado a la convicción moral" de que las acusaciones contra Groer correspondían "en lo esencial a la verdad". Manifestaron su solidaridad con los católicos que sufrían la sorna de la sociedad y reconocieron el desprestigio que sufría la Iglesia católica en la opinión pública por el contraste entre "una moralidad sexual de alto nivel" propagada por el catolicismo y las prácticas denunciadas.

Finalmente, en abril de 1998, el cardenal Groer rompió su silencio, respondiendo a una petición del papa Juan Pablo II, y pidió "perdón a Dios y a los hombres por si me he cargado de culpa", declaración que sus víctimas calificaron de "insuficiente y vaga".

El asunto Groer provocó en Austria una verdadera fuga de fieles de la Iglesia católica.-