Las marchadoras españolas gozan de una revalorización constante

Mari Cruz, de 18 años, es la más joven del grupo y la que mayores éxitos ha

conseguido. Luego está Reyes, la mayor, de 21 años, a la que ayer

correspondió el oro. Por eso dice: "Ya era hora de que me tocara a mí. Ha

resultado fabuloso porque, además, había soñado con esta medalla por la

noche. Me veía cruzar la meta con los brazos levantados". El momento de

hacerse realidad este sueño comenzó cuando faltaban cuatro vueltas para el

final. Ella iba en el grupo de cabeza, con Spiridonova (URSS) y Vavracova

(Checoslovaquia). La soviética se cayó. "Comprendí que me había llegado la

hora de irme a por el triunfo", dice. Se destacó dos metros y aguantó. Le

flaqueaban las piernas. Notaba el cansancio. Pesaban sobre ella dos

amonestaciones. "Nada me importaba porque, pese a todo, me encontraba

segura. Esta medalla me supone mucho deportivamente; es una recompensa a

todos los sacrificios que haces en los entrenamientos".

En Seúl, no

Su desilusión es que la marcha femenina no esté incluida para Seúl en el

programa olímpico: "Tendré que esperar cuatro años. De momento, he de

conformarme con esta medalla que no está devaluada tanto como se pueda

pensar. Sí, faltaban la mejor soviética y la mejor sueca y tampoco estaban

las chinas, pero estos son los Europeos, no los Mundiales". Para Mari Cruz

fue una "sorpresa agradable" el éxito de su compañera: "Compitió de manera

muy inteligente porque cogió la calle uno y no permitió que nadie la

pasara. Yo, en cambio, salí encerrada y me fue muy difícil salir". Cuando

la prueba se estiró, se situó cómoda en la tercera posición y esperó el

ataque seguro de la húngara que llevaba detrás. Dejó clavada a ésta en la

última vuelta para defender su medalla de bronce: "Me encontraba muy

tranquila porque sabía que ese tercer puesto lo iba a conservar. Tampoco me

preocupa en exceso el podio porque la medalla no siempre depende de tí

misma, pese al empeño que pongas, sino de tus rivales. Si sale alguien

mejor, pues... tranquila; tú ya has hecho todo lo posible".