La tradicional romería de 'les canyes' reúne en Castellón a miles de personas

Después de una fría y lluviosa noche, la climatología respetó a los miles de romeros que ayer acudieron, como es tradicional, a la ermita de la Magdalena. La conmemoración de la fundación de Castellón, en 1251, volvió a reunir a las decenas de miles de personas que conforman, cada año, el río humano que se dirige desde la Plaza Mayor hasta el cerro en el que se ubica la ermita. Con muchos lazos negros en señal de luto por la guerra de Irak, se notó la escasa presencia de políticos, sobre todo populares, y ninguno más allá de cargos públicos de la Administración autonómica.

"Por fin, tierra". La romería a la ermita de la Magdalena no es ninguna travesía marítima, pero el constante desarrollo de la ciudad, que conlleva la urbanización de zonas que hasta ahora eran "las afueras" y el asfaltado de muchos de los caminos, llevaron a más de uno a echar de menos los caminos de tierra y piedras que, hasta el año pasado, conducían al cerro. La parte noreste de la capital de La Plana, conocida como Lledó por la cercanía de la basílica del mismo nombre, está en pleno proceso de urbanización y, para el paso de los romeros, perfectamente preparada, empedrada y con las fuentes en marcha, aunque éstas, unos bancos de piedra y varias palmeras recién plantadas sean los únicos ornamentos. Más allá de estos Planes de Actuación Integrada (PAI), comienzan los caminos rurales que, a través de naranjos, conforman el trayecto hasta la ermita con lo que, al margen de otros recorridos alternativos, apenas se conservan unos metros de tierra. En cualquier caso, los romeros agradecieron el respeto de la climatología y se echaron a andar en recuerdo de la bajada que los primeros pobladores de La Plana hicieron desde el Castell Vell, junto a la ermita.

Otro de los temas de conversación durante la marcha fue el de lo "ajustado" que ha resultado, en esta 59ª edición de las fiestas, el reparto tanto de cañas, cintas verdes o vales para lograr el rollo de pan que se regala en lo alto del cerro y que recuerda al alimento que los fundadores de la ciudad portaron en su viaje.

En cualquier caso, quienes no se quedaron sin rollo y sin caña, que empezaron a repartirse a las 7 de la mañana, fueron los miembros de la comitiva oficial que, ataviados con el tradicional blusón negro y el pañuelo verde, participaron en la romería. Entre otros estaban el alcalde de Castellón, José Luis Gimeno, y los consejeros de Economía y Justicia, Vicente Rambla y Carlos González Cepeda, que no lograron eclipsar la notable ausencia del presidente de la Diputación, Carlos Fabra, o la del presidente de la Generalitat, José Luis Olivas. Entre los candidatos a la presidencia de la Generalitat, hicieron la romería tanto el de EU, Joan Ribó como el del PSPV, Joan Ignasi Pla. Tampoco acudió el candidato del PP, Francisco Camps.