Vía libre para Transfesa
El operador de mercancías cree que la liberalización revitalizará su negocio
Transfesa, el mayor operador español de transporte ferroviario de mercancías y tercero de Europa, aboga por una rápida aprobación de la normativa de liberalización del tren. "Esperamos que el nuevo escenario permita detener la continua caída de cuota del ferrocarril en el transporte europeo de mercancías, eliminando discriminaciones frente al transporte de viajeros, y corregir la actual infrautilización de la red ferroviaria europea", señala su presidente, Emilio Fernández.
La discriminación entre el transporte de viajeros y el de mercancías lastra la competitividad de Europa y provoca una infrautilización de redes
"El incremento del intercambio de mercancías previsto entre países europeos para los próximos 10 años no podrá ser absorbido por la actual red de autopistas, que se encuentran ya muy congestionadas", advierte el presidente de Transportes Ferroviarios Especiales (Transfesa), un grupo privado creado hace 60 años y en el que participan como socios minoritarios los ferrocarriles públicos franceses (Sncf) y Renfe, con un 20% del capital cada una de ellas.
La inminente liberalización del transporte ferroviario en Europa, señala Fernández, abre nuevas oportunidades de crecimiento a Transfesa, ya que la competencia de los diferentes operadores de tracción en la red ferroviaria continental contribuirá a mejorar la calidad de los servicios y a generar costes más competitivos para los clientes. Como consecuencia de ello, además, el ferrocarril podrá recuperar cuota de mercado en el transporte de mercancías frente a otros modos alternativos. La cuota de mercado del tren en Europa, que superaba el 30% hace tres décadas, se ha reducido casi en una tercera parte, según datos de la UIP (Unión Internacional de Vagones Privados), mientras que el transporte de mercancías en general crece en este continente a tasas anuales del 4%.
La liberalización de los ferrocarriles, a juicio de Transfesa y de la UIP, debe cambiar radicalmente este escenario que, aparte de cercenar el desarrollo de estas compañías, lastra la competitividad de la economía europea frente a la de EE UU y genera un importante deterioro medioambiental.
La hegemonía de las ferroviarias estatales y la defensa de unos mercados nacionales cerrados ha propiciado el escaso desarrollo relativo del transporte de mercancías por tren en Europa, a pesar de que las operadoras privadas -unas 800 en 14 países europeos- cuentan en estos momentos previos a liberalización con 180.000 vagones (el 35% del parque) y contabilizan el 50% de la facturación por esta modalidad de transporte.
Las ferroviarias públicas y sus propietarios, los Estados, han primado hasta ahora, por razones políticas, el transporte de viajeros sobre el de mercancías, han discriminado tráficos y subvenciones en favor de sus propias operadoras de transporte de mercancías, y han destinado el grueso de la inversión en infraestructuras a alta velocidad y redes de viajeros.
Tráficos penalizados
A los transportistas de mercancías por ferrocarril, explican en Transfesa, nos obligan a circular a velocidades altas, para poder hacerlo entre los trenes de pasajeros con los que compartimos las vías y, como consecuencia, soportamos una serie de costes superiores a los necesarios por servicios de tracción y uso de vía. Además, condicionan nuestro servicio al de pasajeros con lo que habitualmente soportamos interrupciones en la circulación que comprometen la calidad y fiablidad que hemos comprometido con el cliente.
"Al cliente no le importa que la mercancía llegue días más tarde, pero lo que exige es que cumplamos los plazos comprometidos", señala Emilio Fernández, al tiempo que confía en que la liberalización termine con los continuos cambios de tren y de maquinista que sufre en la actualidad el trasiego de mercancías por Europa al atravesar diferentes países. "Nosotros", señala Fernández, "operamos 23 trenes diarios con Europa y sólo logramos, a pesar de nuestro esfuerzo, que un 20% llegue en hora a su destino. Y en hora, en nuestro sector, se entiende un abanico de 120 minutos sobre la llegada prevista a punto de destino".
Una facturación de 282 millones
Transfesa, que se define como un grupo internacional con sede en Madrid, está especializado en el transporte y distribución de grandes volúmenes de mercancías, principalmente por ferrocarril. Su facturación en 2002, 282,1 millones, y su beneficio de explotación, 13,23 millones, ha venido cayendo en los últimos años.
El grupo, que cuenta con una plantilla de 1.063 personas, realizó el año pasado 226.176 expediciones por tren y 61.300 por carretera, contabilizando un total de 2.931 millones de toneladas por kilómetro. Copa, por ejemplo, el 30% del traslado de automóviles por tren (movió un millón de vehículos en 2002), y del traslado de sus piezas entre fábricas, pero opera también en productos químicos, graneles, materiales de construcción, maquinaria, productos siderometalúrgicos, etcétera. De sus ventas, el 74% proceden de mercados externos (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, entre otros).
Transfesa dispone de una flota de 8.000 vagones (el 25% matriculados fuera de España), de dos estaciones de cambio de ejes en la frontera francesa, de 2.115 cajas móviles, de 243 camiones y de varias áreas de almacenaje, recepción y reexpedición. En el último lustro ha invertido 120 millones de euros para reforzar su actividad como operador integral de logística y transporte.
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