2.000 personas celebran en paz la primera jornada de la fiesta primaveral de Órgiva

La afluencia de cientos de personas, procedentes en buena parte de las provincias andaluzas, que se sumaron a última hora a la Fiesta del Dragón de Órgiva, en la Alpujarra de Granada, convirtió en paraje de Los Cigarrones, junto al río Guadalfeo, en un territorio festivo y pacífico. La música sonó sin parar en el campamento permanente de la comunidad hippy desde la noche del viernes a las 9,30 de la mañana de ayer. La Guardia Civil, aunque mantuvo los controles, no impidió el paso. Dos personas extranjeras fueron detenidas.

En el pedregal donde se celebra el festejo de la primavera se instalaron las zonas de música y varios quioscos abastecieron de comida y bebida a los participantes, muchos de ellos llegados en los autobuses de línea. La policía adscrita la Junta de Andalucía controló que funcionaran los sistemas de seguridad y prevención.

La normalidad de la concentración contrasta con la actitud del Ayuntamiento de Órgiva que hace semanas acordó la suspensión de la fiesta, una iniciativa que no secundaron la Subdelegación del Gobierno ni la Junta de Andalucía. La alcaldía llegó a distribuir un bando en el que anunciaba que sería preciso disponer de un permiso especial, al que sólo tendrían derecho los residentes, para transitar por la zona de la concentración. La fiesta está previsto que continúa hasta mañana.

Por su lado, la tarde del viernes, unos 2.000 jóvenes se concentraron en el Paseo de los Tristes de Granada con intención de festejar el equinoccio, a pesar del despliegue policial y de los incidentes ocurridos el año pasado.

La Policía Local detuvo a un joven durante la celebración de esta fiesta espontánea en el bajo Albaicín. Fue el único incidente de una jornada festiva sobre la que aún pendía el recuerdo de los disturbios ocurridos el año pasado, cuando la Policía Local desalojó a la fuerza a unas 4.000 personas que habían acudido a la cita. Varios jóvenes denunciaron entonces a la Policía Local por agresiones.

Precisamente el candidato a la alcaldía de Granada por Los Verdes, Francisco Garrido, mostró su preocupación por los "excesivos abusos de autoridad" de la Policía Local y ha exigido respeto a los derechos ciudadanos y mayor eficacia.