Siete artistas europeos experimentan con los equipos de los astronautas

Unos quiere ver cómo reaccionan las bacterias de kéfir en gravedad cero y otros tocarán el clarinete en las mismas condiciones. Ambos proyectos artísticos conmemorarán el primer vuelo espacial de Gagarin.

Gracias a una financiación de la Unión Europea, la agencia de arte y ciencia de Londres Art Catalyst ha podido dar luz verde a la tercera fase del Proyecto MIR (Microgravity Interdisciplinary Research), que empezará en abril en el Centro de Entrenamiento para Cosmonautas Yuri Gagarin, en la Ciudad de las Estrellas de Moscú.

La idea es conmemorar el primer vuelo de Gagarin (12 de abril de 1961) permitiendo a siete artistas europeos utilizar las instalaciones del centro para sus creaciones. El ecléctico grupo, formado por artistas visuales, directores de cine, performers y músicos, tendrá la posibilidad de experimentar la inexistencia de gravedad en el Jet Zero G Ilyushin MDK 76.

El MIR se propone impulsar nuevas expresiones creativas, que empleen los vuelos en ausencia de gravedad para explorar el cuerpo y sus movimientos, la escultura cinética, los mitos sobre el vuelo y los estereotipos culturales en torno a los astronautas y los viajes espaciales. "Los vuelos son sólo la parte más sugestiva de un proyecto que se propone crear una nueva sinergia entre los procesos de creación artística y las investigaciones científicas", afirma Rob la Frenais, comisario de The Arts Catalyst.

Entre los siete seleccionados se encuentra Marcel.lí Antúnez, el artista español de mayor proyección internacional en el campo de las nuevas tecnologías. Antúnez participa con el Proyecto Dédalo, que se basa en un conjunto de microperformances de 30 segundos cada una, tiempo en el que la nave se mantiene en gravedad cero.

El exoesqueleto

"Se trata de pequeñas acciones interactivas estructuradas sobre dos plataformas: el sistema técnico utilizado para la performance POL, de 2002, y el exoesqueleto de Réquiem, de 1999, cuyas características se sitúan física y conceptualmente en extremos opuestos", explica Antúnez. "El primero expande el cuerpo permitiéndole controlar sonidos, imágenes y robots, y el segundo, diseñado como un traje a medida, controla y mueve el cuerpo que contiene".

Por lo que se refiere a los demás proyectos, el ruso Yuri Leiderman llevará consigo unas colonias de bacterias de kéfir (un tipo de yogur) para grabar su comportamiento en ausencia de gravedad y utilizarlo posteriormente en una película animada de ciencia-ficción.

El esloveno Vadim Fishkin está trabajando en el desarrollo de un aparato, denominado Kapelgraf, capaz de convertir los datos sonoros en gotas de agua, que en ausencia de gravedad se quedarán flotando y produciendo, por tanto, reacciones inéditas.

Los británicos Kodwo Eshun, Richard Cousins y Anjalika Sagar realizarán una película de ciencia-ficción centrada en futuras habitaciones espaciales, cuyas características implican una reorientación de las relaciones humanas con el espacio y una reconfiguración de las coordenadas del lenguaje visual.

Rebecca Forth experimentará y estudiará los efectos cardiovasculares y respiratorios que produce tocar el clarinete en gravedad cero.

Stefan Gec realizará un experimento de escultura cinética, basado en las deformaciones de unos globos vacíos. Finalmente el francés Ewen Chardronnet documentará y coordinará los aspectos web del proyecto.

La selección de los artistas ha sido realizada por The Arts Catalyst con la colaboración del centro de arte y nuevos medios V2 de Rotterdam, la revista francesa Leonardo/Olats, el Projekt Atol de Eslovenia y el Multimedia Complex of Actual Arts de Moscú. Dichos centros acogerán la presentación de los proyectos después de su estreno el próximo septiembre en el ICA (Institute of Contemporary Arts) de Londres.