Durísimas cartas de Anna Lizaran y Pere Planella, que dimiten junto con Lluís Homar

"Querían el teatro y mandar, y no querían a nadie que les estorbara. Y de hecho lo han conseguido. De una manera u otra pronto nos habrán echado a todos. Un sistema de quedarse el Lliure a muy bajo precio". Éstas son algunas de las frases de Anna Lizaran en la carta en la que presenta su dimisión de la junta de gobierno del Lliure. "No tengo nada en contra de Àlex Rigola", escribe la actriz emblemática del Lliure, "pero creo que la única persona que puede dar el cariz, el alma, la filosofía y el espíritu del Lliure es Lluís Pasqual".

Lizaran se pregunta "por qué se aprobó tan unánime y rápidamente la propuesta Rigola y se dilató tanto la de Pasqual", y se contesta con las frases que encabezan estas líneas. "Como no estoy tranquila ni contenta, ni esperanzada, he de dimitir", escribe Lizaran. "Han sido casi treinta años que me he dedicado al Lliure -son muchos años- y me he sentido orgullosa en muchísimas ocasiones. Ahora no".

Una misiva durísima. Pero lo es incluso aún más la enviada por otro histórico, Pere Planella, para dimitir como patrón del Lliure. Planella señala cómo "se ha ido deteriorando progresivamente la idea de Fabià Puigserver" y considera que se ha consumado "una OPA del Ayuntamiento sobre el Lliure". Rigola le parece "buen chico", pero sólo "un hombre de paja" de las instituciones que no resolverá los males crónicos del teatro, incluidas algunas vinculaciones políticas de miembros relevantes y cierto camarillismo. "Pasqual", estima, "era el único capaz de entusiasmarnos". Para Planella, Lluís Pasqual no ha llegado a ser director del Lliure a causa del "boicoteo total de las administraciones".

Razones personales

Homar, por su parte, ha expresado a Antoni Dalmau, presidente de la Fundación Teatre Lliure, sus razones para dimitir de la junta de gobierno, que son de índole personal. "Ha creado una productora y tiene proyectos propios, y le parece un momento oportuno para ponerlos en marcha", explicó ayer Dalmau, que recalcó que tanto Lizaran como Homar continúan como miembros del patronato. Su sustitución en la junta deberá decidirla el patronato.

Dalmau consideró diferente el caso de Planella y opinó que éste no tiene "la misma significación". Añadió que la posición de Planella tiene que ver, además, con un proyecto que había presentado para la temporada que viene. Dicho proyecto era un montaje de una obra de Labiche que Planella había acordado con Montanyès y que finalmente no se hará.

Para Dalmau la tensión vivida en el pleno del patronato era predecible, pues "era el mismo patronato que estaba dispuesto hace unos días a votar unánimemente como director a Pasqual".

A la pregunta de si está de acuerdo con la carta de Anna Lizaran, Dalmau contestó diplomáticamente: "No lo diría en los mismo términos que ella".