El fin del reinado africano
El fondista madrileño Alberto Juzdado se impone en la 26ª edición del maratón de Barcelona
Amanecía en Barcelona cuando algo más de 3.300 atletas se apoderaron de las calles de la ciudad. Ante ellos, los 42,195 kilómetros de la vigésimo sexta edición del maratón de Barcelona. Un recorrido urbano, con salida de la avenida de la Reina María Cristina, paso por seis distritos de la ciudad, entrada en L'Hospitalet y llegada al punto de partida. Allí, junto a las fuentes de Montjuïc, 2h 10m 52s después de haberse dado la salida, se plantó el fondista madrileño Alberto Juzdado. Era el favorito y fue el primero en cruzar la meta, alzar los brazos y liberar a sus piernas del sufrimiento. "He dado todo lo que he podido, creía que iba a hacer una gran marca, pero en los kilómetros finales me faltaron las fuerzas", dijo, en la línea de meta, aún exhausto, el medallista en Helsinki 94, que ha acabado con seis años de dominio de los atletas africanos en la prueba barcelonesa.
Tras él llegaron el keniano Benjamin Rotich (2h 12m 30s), vencedor de la pasada edición, y en tercer lugar, el andorrano Toni Bernadó (2h 14m 25s). La marroquí Wahbi Kenza fue la primera mujer que completó el recorrido con un tiempo de 2h 38m 36s.
La marca de Juzdado es la segunda mejor de la historia de la carrera barcelonesa -el récord lo estableció el marroquí Abdesalam Serroj en 1998 con 2h 9m 48s-, pero no ha logrado arrebatar a San Sebastián (2h 9m 37s) el título de maratón más rápida de cuantas se celebran en España. Sólo mediada la prueba pareció un objetivo factible; el recorrido era llano y el ecuador se pasó en 1h 4m 1s, un tiempo récord.
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