"Lo más complicado fue presentar la teletienda"

José María Íñigo (Bilbao, 1943) es una leyenda de la televisión. Ahora, este veterano presentador recupera en El show de Flo (miércoles, en La Primera) los mejores momentos del archivo de TVE. Asegura que "la nostalgia vende en televisión" y que la dictadura de la audiencia ha dañado la parrilla televisiva. Pese a que ha hecho de todo en televisión y radio y ha escrito una decena de libros de viajes, asegura que lo más complicado fue presentar un programa de teletienda.

Pregunta. ¿Contento de volver a televisión?

Respuesta. Encantado. El show de Flo es un programa divertido y joven. La sección funciona porque la nostalgia vende en televisión. Las imágenes son como el perfume, que evoca recuerdos, y el archivo de TVE es fantástico.

P. A algunos personajes les ha sentado mal el paso del tiempo.R. Además de 30 años más, algunos tienen 30 kilos más. Pero es divertido ver a Pepe Sancho cantando rock and roll, y mucha gente ha descubierto que Andrés Pajares es un cómico enorme y un actor dramático de primera.

P. Ha hecho de todo, desde programas de música hasta matinales, ¿qué es lo más difícil?

R. Lo último que hice: El Canguro, una teletienda para Antena 3. Además de la audiencia había que ver cuántos plumeros se habían vendido a las dos horas.

P. Da la impresión de estar tan identificado con los años setenta que se ha encasillado.

R. Sí, y es posible que eso retraiga a los programadores, pero el programa se puede convertir en un trampolín.

P. ¿Qué le gustaría hacer?

R. Un programa de entrevistas. No es que esté todo inventado en televisión, pero casi. Entrevistaría en un mismo programa a Vargas Llosa y al vecino que ha visto un ovni en la carretera. ¿Por qué no? No existe en televisión un programa en el que entrevistar a Vargas Llosa durante 10 minutos. No es que la televisión tenga que ser un vehículo de cultura, pero se puede hacer entretenida. Además tendría música, porque ahora no la hay en televisión. El miércoles cantó en El show de Flo Rod Stewart en directo. Lo exigió él mismo y lo hizo muy bien. Sorprende, aunque debería ser normal. Es un síntoma de lo que ha cambiado la televisión. Hay programas de hace 15 años, como los de Gurruchaga, que hoy serían una revolución.

P. ¿No le gusta la programación?

R. No, porque busca el éxito fácil y las audiencias no permiten madurar un programa. Antes se miraban las audiencias, pero un programa tenía un margen de tiempo que ahora no tiene.

P. Un presentador que admire.

R. Javier Sardá es un presentador fantástico. Su programa es otra cosa.

P. Dirige cuatro revistas de viajes y gastronomía. Da la impresión de vivir bien.

R. No tengo un duro, pero al menos el trabajo me permite viajar en primera.