Navarra rinde homenaje al cuadro

El cuadrado como paradigma de la modernidad, pero también como viejo arquetipo que ha dado lugar a través de los siglos a una línea creativa propia en el mundo del arte recibe estos días su particular homenaje en el Museo de Navarra. La pinacoteca pamplonesa dedica su galería azul a la muestra colectiva Square. Cuadrados, con obras seleccionadas de Albers, Palazuelo, Serra, Fischer, Scully, Judd, Sinaga, Solano, Badiola, Oteiza, Halley y Knoebel.

Partiendo del lienzo de Josef Albers (1888-1976) Homenaje al cuadrado 386, propiedad del Museo de Navarra, la institución, bajo el comisariado de Mariano Navarro y Javier Balda, ha reunido pinturas, esculturas y fotografías de un destacado grupo de creadores contemporáneos centradas en esta forma geométrica.

"Presentamos una selección intuitiva de obras con el elemento común de la forma cuadrangular", señalan los comisarios. "Desde la percepción de la geometría del plano al volumen, del cuadrado físico al representado, el cuadrado como elemento constructivo, arquitectónico y doméstico". La exposición, que permanecerá abierta al público hasta el 18 de mayo, recoge dos claras líneas productivas: la de quienes, como Pablo Palazuelo, Peter Halley, Richard Serra, Jorge Oteiza, Donald Judd o Fernando Sinaga, actuaron bajo una cierta espiritualidad laica, y las producciones de quienes, como Txomin Badiola o Imi Knoebel, aplicaron una vía ácida, crítica cuestionando el postulado de las vanguardias. En el Museo de Navarra se pueden ver Odyshape XVIII (Knoebel, 1995), Poliedro vacío (Oteiza, 1957), Tramas de cuatro, variación 7 (Palazuelo, 1987), Complot de familia (Badiola, 1993), Untitled (Judd, 1991), Homenaje a Leonardo (Oteiza, 1958), Untitled (Fassade F01) # 4 (Fischer, 1998), 679016 Sketch (Serra), El pozo de Gehennah (Sinaga, 1992).

Trabajos en los que Oteiza, Judd y Sinaga ofrecen ejemplos de la articulación del cuadrado en las cajas y cubos; Knoebel o Badiola aportan el carácter icónico.