Con el 1, Molina
El portero del Deportivo vuelve a jugar cinco meses después de descubrírsele un cáncer
Mientras estuvo enfermo, su obsesión fue que la prensa le dejase tranquilo y que nadie pretendiese comerciar con los detalles morbosos de su enfermedad. Anoche parecía azorado con las ovaciones y tan sereno como el día que anunció que tenía un cáncer. Pero los nervios le comían por dentro. "Ha sido un gran día", sentenció a la conclusión; "pero aún no tengo una conciencia muy clara de ello. Necesito tiempo para asimilarlo. Quizá me dé cuenta esta noche cuando llegue a casa".
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