Ados Teatroa prepara una comedia sobre la inmigración
La compañía estrenará 'Las mujeres de verdad tienen curvas' el próximo abril en Barakaldo
El País Vasco cuenta con pocas compañías escénicas tan pegadas a la realidad como Ados Teatroa. Llevó el problema del paro al escenario con Desperrados y puso sobre la mesa la realidad de los discapacitados en El amigo de John Wayne. Estos días su directora, Garbiñe Losada, supervisa en el centro Sarobe de Urnieta los ensayos de Las mujeres de verdad tienen curvas, una comedia sobre la inmigración, la solidaridad y la reivindicación del cuerpo, que la compañía guipuzcoana estrenará el próximo 24 de abril en el Teatro Barakaldo.
El espectáculo es una adaptación de Real women have curves, escrita por la autora chicana afincada en Los Ángeles Josefina López y llevada al cine por Patricia Cardoso. Sobre el escenario, cinco actrices cubanas interpretarán a un grupo de inmigrantes, entradas en carnes, que trabajan a destajo en un taller de costura clandestino.
Confeccionan vestidos de fiesta de las tallas 36 y 38 y deben hacer frente a un problema: la jefa del taller carece de documentación en regla y su futuro sólo estará garantizado si logran entregar un gran pedido en un tiempo récord. "En el transforndo está todo el tema de la inmigración, de la solidaridad y la necesidad de luchar por uno mismo", explica Losada, directora y autora de la adaptación de la obra. "Nosotros no sabíamos hasta que punto los inmigrantes lo tienen difícil", agrega.
Problemas de reparto
Ados Teatroa lo comprobó nada más decidir su reparto. Tras un casting de más de tres meses, eligieron a las actrices. Algunas de las elegidas se subirán al escenario de Barakaldo, del Teatro Jovellanos de Gijón y de otras salas. Pero otras no podrán hacerlo porque "ha sido imposible contratarlas". Las que figuran en el reparto ayudaron a Losada a adaptar el guión a la realidad cubana, a impregnarlo de su argot y de algunas reminiscencias machistas de aquella sociedad. En definitiva, a hacer más creíble esta comedia con un final distinto al original. "Josefina López planteó en este texto una especie de autobiografía con final feliz", explica Losada. "Nosotros lo dejamos en un mensaje de esperanza. Si no, nos tirarían piedras, porque somos más realistas que los norteamericanos".
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