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Un denso banco de niebla causa retrasos de hasta tres horas en El Prat

Clara Blanchar

Una hora de niebla, una jornada entera con retrasos. Un espesísimo banco de niebla que se asentó ayer por la mañana sobre las pistas del aeropuerto de Barcelona causó retrasos de hasta tres horas en algunos de los vuelos que tenían previsto salir entre las ocho y las diez de la mañana.

Sin embargo, mientras que los pasajeros del vuelo del puente aéreo de las 9.01 -entre los que se encontraban miembros de la junta directiva del FC Barcelona- llevaban casi tres horas dentro del avión esperando para despegar, los responsables de AENA cifraban los retrasos en 16 minutos. No despegaron hasta las 11.39 horas. Es decir, 158 minutos después de lo previsto. Los retrasos se acumularon durante todo el día, y por la tarde AENA situaba la media de demora en 40 minutos. En todo el día se cancelaron 17 vuelos.

"A las nueve de la mañana la niebla era tan espesa que veíamos el morro del avión, pero no la cola", explicó por la tarde un responsable del puente aéreo de Iberia. "Hace años que no veía nada igual", añadió el mismo portavoz. Pese a la niebla, la compañía continuó embarcando pasajeros en los aviones, por lo que cuando la niebla despejó, la causa de los retrasos era la cola de hasta 28 naves que esperaban en la pista para despegar.

Los episodios de niebla son poco frecuentes en el aeródromo barcelonés, según aseguraron los empleados consultados y corroboró el Servicio Meteorológico de Cataluña. De hecho, la última situación parecida a la de ayer ocurrió hace justo dos años, el 12 de marzo de 2001, aunque aquella vez el capricho meteorológico se prolongó durante todo el día y el aeropuerto vivió una jornada de caos en la que las cancelaciones de vuelos se contaron por decenas.

En casos de niebla, como ayer, o de condiciones meteorológicas adversas, el aeropuerto utiliza el sistema ILS. Este sistema indica a los pilotos la distancia con la pista, posición y altura de su aeronave para facilitarles el aterrizaje o despegue. De algún modo, lo que hace el ILS es proyectar la imagen de la pista en el cielo para ayudar al piloto a dirigirse a ella, según explicó un empleado del centro de control. El actual ILS de El Prat fue renovado hace dos años y es de gran precisión para indicar a los pilotos su posición respecto a la pista, agregó el mismo empleado.

Sin embargo, el aeropuerto de Barcelona tiene todavía una asignatura pendiente: el radar de superficie o terrestre. Varios expertos consultados señalaron que este radar proporciona información sobre lo que ocurre en el plano horizontal y no mejoraría los despegues y aterrizajes en un día como el de ayer, pero sí la movilidad de las aeronaves al dirigirse a las plataformas de estacionamiento. En el aeropuerto de Madrid, por ejemplo, donde los episodios de niebla intensa son el pan de cada día, este dispositivo se instaló tras el choque de dos aviones cuando se dirigían a estacionarse.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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