Los vecinos del sur de la región llegarán a Sol mediante un nuevo túnel ferroviario

El proyecto servirá para suprimir los 34 millones de transbordos anuales de Atocha

Madrid - 13 mar 2003 - 00:00CET

El túnel de la risa -que enlaza Atocha con Chamartín-está colapsado. Su capacidad está al límite, y más teniendo en cuenta la ampliación de la red de cercanías del sur de la región. Por eso, el Ministerio de Fomento ha decidido abrir en el subsuelo de Madrid dos nuevos túneles. El primero irá paralelo, por debajo de la calle de Serrano, al ya existente en la Castellana; y el segundo alojará una línea de cercanías que unirá Atocha con la Puerta del Sol, Alonso Martínez, Nuevos Ministerios y Chamartín. El Ministerio de Fomento pretende así descongestionar la estación de Atocha, en la que se producen cerca de 34 millones de transbordos anuales.

Los trenes de cercanías, según los planes que tiene el Ministerio de Fomento, serán desviados por el túnel que unirá Puerta del Sol-Alonso Martínez-Nuevos Ministerios-Chamartín, mientras que los del AVE -a Barcelona, Valencia y Valladolid- podrán pasar tanto por debajo del paseo de la Castellana como por la calle de Serrano. La galería de Castellana también podrá utilizarse en caso de ser necesario para trenes de cercanías.

Francisco Álvarez-Cascos, ministro de Fomento, aseguró ayer en el Senado, a preguntas de la senadora y candidata del PP al Gobierno regional, Esperanza Aguirre, que este proyecto forma parte del Plan de Cercanías e Infraestructuras de Transporte 2000-2007, pero no precisó más su fecha de finalización.

El llamado túnel de la risa, el que une Atocha y Chamartín, soporta más de 20 trenes a la hora y por sus galerías son transportados más de 300.000 pasajeros cada día. La situación empeorará cuando entren en funcionamiento los nuevos trenes de alta velocidad que está construyendo el Ministerio de Fomento. Las distancias entre máquinas serían mínimas.

El nuevo túnel desde la Puerta del Sol a Chamartín tendrá paradas en Gran Vía, a la altura de la Red de San Luis (con andenes de 240 metros), Alonso Martínez, Nuevos Ministerios y Chamartín. Desde allí se podrá conectar directamente con la red del metropolitano.

Este túnel ferroviario tiene previsto un presupuesto de 300 millones de euros y fue licitado el pasado 10 de diciembre y publicado en Boletín Oficial del Estado. De estos millones, 77 servirán para financiar la nueva estación de Puerta del Sol-Gran Vía, para la que ya se ha convocado un concurso.

En la futura estación de la Puerta del Sol-Gran Vía, los pasajeros podrán enlazar con las líneas de metro 1, 2, 3 y 5; Alonso Martínez conectará con la 4, 5 y 10, y Nuevos Ministerios tendrá acceso a la 6, 8 y 10.

Según los datos facilitados ayer por Esperanza Aguirre en el Senado, 916.000 madrileños utilizan diariamente la red de Renfe de cercanías. La candidata del PP resaltó que en el periodo 2000-2002 los trenes de cercanías han incrementado un 8,6 % su puntualidad y el año pasado realizaron 238 millones de viajes.

Tanto el nuevo túnel como las tres nuevas estaciones de cercanías de este proyecto estarán dotadas de las últimas tecnologías. "Eso permitirá que circule un tren cada dos minutos por sentido", aseguró Álvarez-Cascos.

Cambio

Por su parte, Aguirre destacó que el nuevo túnel de cercanías que unirá la zona sur con el norte de Madrid es una obra "que va a cambiar absolutamente los tiempos" y que será "vital para el desarrollo del transporte ferroviario regional". "Los ferrocarriles de cercanías son vitales para todos los madrileños, y prueba de ello son los 238 millones de viajes realizados durante el año 2002 en este tipo de transporte. Además, resaltó que "en un día laborable 916.000 madrileños se mueven por la Comunidad en el transporte de cercanías", añadió.

Aunque la nueva línea de trenes de cercanías podría cubrir las necesidades de los vecinos de la zona sur de la capital, Aguirre mantiene que no variará sus planes para el metro de Villaverde, que dará servicio a los barrios de Almendrales, San Fermín, Orcasur, El Espinillo, Ciudad de los Ángeles y San Cristóbal, así como al hospital Doce de Octubre. "Nuestra promesa de llevar el metro a esta zona se mantiene", anunció ayer. "Tendremos acabada esta línea de metro en la legislatura", añadió.

Fomento incluye su proyecto en el plan 2000-2007 sin precisar la fecha exacta de conclusión de la obras. Estos túneles, además, están pendientes de la remodelación de la estación de Chamartín y de las pruebas de ancho de vía que se están realizando en el denominado túnel de la risa.

"La construcción de Campo Real tendrá que esperar"

Esperanza Aguirre anunció ayer que la decisión de construir un nuevo aeropuerto en Campo Real tendrá que posponerse al menos hasta el año 2007 y deberá adoptarse "en función de la evolución del tráfico aéreo y de cómo se hayan completado las obras" que actualmente se están realizando para ampliar el aeropuerto de Barajas.

Durante una visita a las obras de ampliación del aeropuerto, Aguirre destacó que la infraestructura de Campo Real no estará construida hasta 2020, por lo que las administraciones central y regional deben centrarse en los próximos años en "no regatear ningún medio" para la construcción de la nueva terminal de Barajas.

La candidata del PP añadió que las obras de ampliación de Barajas son "las más importantes por presupuesto que se están desarrollando en Europa" y permitirán la creación de 172.000 nuevos empleos en la región, de los cuales unos 30.000 podrían ser directos. Según los cálculos efectuados por Aguirre, la nueva terminal podrá aumentar hasta 295.000 los puestos de trabajo en el año 2010, mientras que en 2025 rondarán los 443.000.

Aguirre sostiene que los casi 300.000 empleos que genera la actividad aeroportuaria han convertido a Barajas en "la primera empresa, no sólo de la Comunidad de Madrid, sino de otras comunidades autónomas y de España".

Aguirre se confesó defensora del medio ambiente y, por tanto, "enemiga del ruido". Por ello defendió la conveniencia de las normativas que disminuyan las molestias vecinales y aumenten las restricciones a los aviones. "Todos los aeropuertos tienen un impacto acústico, pero lo que no podemos hacer es suprimir los ruidos ni poner los aeropuertos a 200 kilómetros de las ciudades", explicó.

Las obras de ampliación de Barajas, cuya finalización está prevista para el año próximo, supondrán una inversión de 4,5 millones de euros y permitirán que el número de pasajeros aumente de los 35 millones actuales a 70 como mínimo y 100 en el mejor de los casos.

La nueva terminal, que tendrá una superficie total de 470.261 metros cuadrados, distribuidos en seis niveles, contará con un edificio satélite que dará capacidad a 15 millones de pasajeros al año. Esta instalación, de 287.384 metros cuadrados, tendrá 26 posiciones de contacto o fingers.

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