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Pujol toma las riendas de la crisis de los sondeos y anuncia nuevas medidas para intentar atajarla

El presidente admite que el alto cargo destituido no es el responsable de las manipulaciones Felip Puig desempolva casos de corrupción del PSOE

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, dejó ayer claro que ha tomado personalmente las riendas para intentar atajar la crisis por la manipulación de encuestas oficiales y que no tendrá reparo alguno en entrar a fondo en el Departamento de Presidencia, controlado por su delfín, Artur Mas, del que dependen los sondeos. Pujol anunció nuevas medidas, que no concretó, y admitió posteriormente que el alto cargo que cesó por la polémica -Josep Camps- no era el responsable de las manipulaciones. El PP mantiene en una moción, que se votará hoy, su exigencia de que se depuren más responsabilidades.

"Esto requiere que ahora yo me implique personalmente en algunas cosas, pero se irá resolviendo", contestó ayer Pujol al presidente del grupo de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Rafael Ribó, quien nuevamente llevó la polémica de las encuestas a la sesión de control del Parlament. También lo hizo el presidente del Grupo Socialista, Pasqual Maragall, aunque situó la manipulación de las encuestas en un contexto de final de régimen y de otras supuestas irregularidades, lo que permitió a Pujol eludir el espinoso asunto de los sondeos hasta que Ribó volvió a situarlo en el centro del debate.

El Gobierno de CiU lleva semanas tratando de cerrar el escándalo de las encuestas, hasta ahora infructuosamente. Primero lo minimizó, después prometió crear un equivalente catalán del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y la semana pasada disolvió la Dirección General de Evaluación y Estudios y destituyó de hecho a su titular, Josep Camps.

Pero ninguna formación política se ha dado por satisfecha. Tampoco el Partido Popular (PP), que hoy llevará al pleno una moción que exige al Ejecutivo que asuma responsabilidades por el escándalo y sigue amagando con apoyar la comisión de investigación propuesta por la izquierda si no hay nuevos ceses. "Queremos que alguien asuma responsabilidades por lo sucedido, que es muy grave, y que se reconozca", afirmó ayer un alto dirigente de este partido.

A pesar de que el conseller en cap ha dado reiteradamente el caso por cerrado, ayer Pujol anunció nuevas medidas para hacer frente a la crisis, aunque no las detalló. Y en conversación informal con los periodistas admitió que el alto cargo que cesó por el escándalo no era el responsable de las manipulaciones, omisiones y mutilaciones descubiertas en los sondeos encargados por la Generalitat.

En su intervención de ayer, el presidente catalán reiteró que él asume todas las responsabilidades y que se ocupará personalmente de que no se repitan episodios parecidos, pese a que el titular del departamento es su delfín, Artur Mas. "El responsable es el responsable del Departamento de Presidencia, que es el presidente, y es una responsabilidad que yo asumo", afirmó Pujol, quien añadió: "Es mi obligación garantizar que se tomarán medidas para que esto no se repita y estas medidas han empezado a tomarse, y a medida que vaya progresando la información se irá haciendo luz sobre estas cuestiones".Pujol ha tenido en la última semana varias conversaciones con el presidente regional del PP, Josep Piqué, para tratar de evitar el apoyo de los populares a la comisión de investigación. Ambos llegaron a un acuerdo la pasada semana -el cese de Camps-, que Mas frustró al quitarle toda trascendencia política a la decisión.

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Pujol tuvo un agrio enfrentamiento dialéctico con el jefe de la oposición socialista, Pasqual Maragall, quien lamentó que el presidente de la Generalitat acabe su mandato "rodeado de escándalos". "Ahora sabemos que el conseller en cap no era tal, sino sólo un candidato dotado de un equipo de tres o cuatro especialistas en producir encuestas, repartir frecuencias y licencias, y retrasar la reforma del Estatut", afirmó el líder socialista, quien emplazó a Pujol a "echar a los responsables de las encuestas mal hechas, no al pobre señor Camps".

"Antipatriotismo"

Visiblemente irritado por las insinuaciones de que el nombramiento del conseller en cap tuvo sombras legales, el presidente de la Generalitat contestó: "Esperemos que no sea nunca presidente de la Generalitat porque la primera condición es tener sentido de las instituciones". A su juicio, Maragall "actúa con auténtico antipatriotismo".

Pujol no fue el único que tuvo que dar la cara por las encuestas ayer en el Parlament. El portavoz del Ejecutivo, Felip Puig, se empleó a fondo en una interpelación del diputado socialista David Pérez, quien acusó al Gobierno de "encubrir un escándalo sin precedentes".

Como ya hizo hace 15 días durante una interpelación equivalente presentada por el PP, Mas se ausentó del hemiciclo durante el debate. Puig volvió a asumir los "errores" cometidos por el Ejecutivo en los sondeos, pero no lo hizo con la boca pequeña, sino arremetiendo contra los socialistas y exigiendo transparencia a las administraciones gobernadas por la izquierda. Puig mostró su estupor porque los socialistas, dijo, se preocupan "por unas décimas" cuando la última etapa del gobierno del PSOE coincidió con el encarcelamiento del director general de la policía, el gobernador del Banco de España y la directora del BOE.

El pleno del Parlament evidenciará hoy su descontento con la respuesta que el Gobierno de CiU ha dado a la crisis. Salvo sorpresas, la izquierda y el PP aprobarán una moción de este partido que reclama al Gobierno "determinar responsabilidades políticas, jurídicas y administrativas" derivadas de la manipulación y ocultación de las encuestas.

Los denodados esfuerzos de CiU para que los populares suavizaran la moción han resultado, de momento, en vano y el PP contará hoy con el apoyo de los tres grupos de la izquierda (PSC, ERC e ICV).

El PP quiere que rueden las cabezas de los responsables, pero Artur Mas se resiste a ofrecer en bandeja la de su mano derecha y secretario de Comunicación, David Madí, a quien toda la izquierda identifica como el autor o inductor de la manipulación de las encuestas oficiales. Fuentes cercanas al conseller en cap subrayaron que la posición de Mas es inamovible y así se lo ha hecho saber al presidente Jordi Pujol. Las mismas fuentes añadieron que CiU interpretará como un "acto de hostilidad" la eventual aprobación de una comisión de investigación parlamentaria por el PP.

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