_
_
_
_

Àlex Rigola será el director del Lliure al retirarse Lluís Pasqual

El colectivo y las administraciones acuerdan el nombramiento

Jacinto Antón

Fumata blanca en el Teatre Lliure. Tras un largo y accidentado proceso, el teatro y las administraciones han consensuado el nombre del nuevo director del histórico colectivo catalán. Será Àlex Rigola, un joven (1969) creador barcelonés que ha realizado algunas de las más notables puestas en escena de los último años; montajes arriesgados, originales y con un inconfundible sello personal.

Rigola accederá a la dirección al haber retirado su candidatura el indiscutible heredero del Lliure, Lluís Pasqual, por considerar que no contaba con el apoyo de las instituciones.

Lluís Pasqual anunció por carta el viernes pasado que renunciaba a ser director del Lliure. Es un secreto a voces que su frustrada entrada en la dirección del teatro tiene que ver con la falta de sintonía, por decirlo de forma suave, con el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell. El Departamento de Cultura de la Generalitat tampoco veía con buenos ojos un Pasqual director del Lliure, que le parecía fuente de reivindicaciones continuas. El Ministerio de Cultura, en cambio, se había pronunciado a favor de elegirlo.

El colectivo y las administraciones públicas que lo financian (ministerio, Generalitat de Cataluña, Ayuntamiento y Diputación de Barcelona) se han dado prisa en consensuar un nombre para cerrar de una vez, pasado el lamentable episodio de la candidatura de Pasqual, la crisis del teatro, producida por el fallecimiento en noviembre de su entonces director, Josep Montanyès. El acuerdo se zanjó ayer en una reunión de la Junta de Gobierno del Lliure, en la que están representadas las administraciones, y en la que paradójicamente estaba previsto, cuando se hizo la convocatoria, elegir a Pasqual.

Los representantes del Lliure acudieron a la reunión con el nombre de Rigola como sustituto y éste fue extraordinariamente bien recibido por las instituciones, según se explicó ayer. Àlex Rigola, que ha aceptado el cargo, declinó ayer hacer declaraciones hasta que su nombramiento se decida oficialmente el martes en la asamblea de patronos del Teatre Lliure.

Con la llegada a la dirección de Rigola, la vieja guardia del Teatre Lliure pasa de hecho el testigo a una nueva generación y abre sus puertas a una radical reforma del colectivo, algo que muchos consideraban fundamental para que se pudiera encarar el futuro con energía y esperanza.

El relevo no se realiza sin trauma: ha quedado muy claro que el candidato del Lliure era Lluís Pasqual y que sólo la reticencia -mezquina para algunos- de las administraciones catalanas a nombrarle ha conducido a la elección de Rigola. Incluso algún miembro histórico del Lliure lloró al quedar claro que Pasqual no iba a ser el nuevo director.

Pasqual deja, sin embargo, en herencia un punto del proyecto que confeccionó para su candidatura: se ha aprobado la creación de la comisión que reclamaba para estudiar las necesidades económicas del Lliure y los cambios que habría que introducir en su modelo de gobierno y gestión.

Rigola, que ha tenido algunos de sus sonados éxitos en el propio Teatre Lliure -como sus montajes de Tito Andrónico y Julio César-, y que fue el encargado de inaugurar teatralmente la nueva sede del colectivo (con una obra contemporánea, Suzuki I y II), dio los primeros pasos como director y recibió su consagración en diferentes ediciones del Festival de Sitges. Luego ha trabajado en distintos teatros, tanto públicos como privados, de Barcelona. No pertenece a ninguna familia teatral de la ciudad aunque sí posee un equipo de actores y colaboradores habituales. El año pasado se presentó por primera vez en Madrid, dirigiendo en el teatro de la Abadía, con actores del propio centro, una puesta en escena de Ubú Rey.

Àlex Rigola.
Àlex Rigola.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_