_
_
_
_
Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Reporteros de cine

El periodista es un ser curioso, inquieto, inconformista, perseverante, le gusta escudriñar... y, además, su oficio está envuelto de un halo romántico, a veces hasta épico. Son tópicos, todo el mundo lo sabe, pero esos tópicos lo convierten en un personaje cinematográfico ideal, muy útil. A través de sus ojos, el guionista puede contar las más variadas ficciones y hacerlo desde distintos géneros. La historia del cine incluye un sinfín de reporteros de celuloide de catadura diversa. La lista es prolija. En la noche del jueves, dos grandes periodistas y no menos grandes cinéfilos, Maruja Torres y Tomàs Delclòs, repasaron el inventario en la segunda cita del ciclo Cinema i actualitat, que organiza Aula EL PAÍS Catalunya.

La pasta de la que está hecho el periodista de mentirijillas le permite transitar por casi todos los géneros cinematográficos

Periodistes de pel.lícula se tituló la amena tertulia en la que Torres y Delclòs, que se conocieron hace ya unos cuantos años en la redacción de Fotogramas y ahora trabajan juntos en EL PAÍS -ella, como columnista y reportera, y él, como subdirector-, desgranaron sus recuerdos sobre filmes que han abordado, de una u otra manera, su profesión al tiempo que aprovechaban para reflexionar en torno a ella. Delclòs, con toda la humildad del mundo, advirtió al empezar la charla de que el periodista no es un héroe y de que esa etiqueta es sólo un cliché, pero a medida que avanzaba la velada el diálogo con su colega y amiga le fue quitando algo de razón.

Porque la de Maruja Torres, curtida en mil batallas informativas, es de todas todas una vida de película. De esas de acción, de género bélico más concretamente, que está protagonizada por una intrépida enviada especial y localizada en algún lugar de Líbano, Israel, Panamá o Haití. Un filme apasionante y conmovedor, con escenas de guerra, de amor y de muerte. Como la de Juantxu Rodríguez -el fotógrafo que cubría con ella en 1989 la invasión de Panamá por Estados Unidos y fue abatido a tiros procedentes de las tropas norteamericanas-, a quien la periodista aún hoy llora.

Con su mili, Maruja Torres, cuando le tocó repasar las películas bélicas que incluyen periodista, lo tuvo fácil para comparar ficción y realidad. A su juicio, en El año que vivimos peligrosamente, que Peter Weir dirigió en 1982, con Mel Gibson -"todavía no había encontrado este peluquero tan nefasto que tiene ahora", bromeó la reportera sobre el actor-, hay uno de los más fieles retratos que el cine ha trazado de un corresponsal de guerra: el del periodista australiano Guy Hamilton. El personaje al que encarna Gibson llega a Indonesia, que atraviesa un grave conflicto y, según Torres, enseguida "toma partido de la forma más inteligente que puede hacerlo un periodista: explicando la verdad".

La pasta de la que está hecho el periodista de mentirijillas le permite transitar por prácticamente todos los géneros cinematográficos. Aunque parezca extraño, el western ha dado algunos de los más famosos reporteros de película. Los asistentes al coloquio pueden dar fe de que el tándem Torres-Delclòs se encargó de demostrarlo con alarde enciclopédico. Citaron los periodistas, por ejemplo, a Dutton Peabody, a quien da vida el secundario Edmon O'Brien en ¿Quién mató a Liberty Valence?, mítica cinta dirigida en 1962 por John Ford. "Peabody es un personaje para soñar con esta profesión", lanzó Torres. También mencionaron a Yaicey Cravat (Glenn Ford, en la versión de Cimarron de 1960 dirigida por Anthony Mann), el prototipo de periodista-aventurero que hace las veces de notario de la fundación del Estado de Oklahoma. E incluso a Prudence Webb, la heredera de un pequeño periódico de pueblo a la que da vida Claudette Colbert en Lady Texas (1956). A propósito de esta película, Delclòs comentó que en una de las paredes de la diminuta redacción del diario que dirige la chica de la película cuelga un cartel cuyo contenido, aunque pueda parecer anodino, "es una eficaz receta periodística". El rótulo dice así: "No me lo cuentes, escríbelo".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Y hablando de mujeres, las féminas del oficio también tuvieron su momento. Maruja Torres se declaró fan incondicional de Billie Newman (Linda Kilsey), la redactora de Los Angeles Tribune que dirige el incorruptible Lou Grant (Ed Asner) de la serie televisiva. En cambio, una de las más glamurosas redactoras de la historia del séptimo arte, Tess Harding (Katherine Hepburn), en La mujer del año, no es, para Torres, una periodista "sino sólo una rica heredera".

Y, poco a poco, con la excusa del cine, Torres y Delclòs se fueron adentrando en los terrenos más resbaladizos de la práctica periodística, como la ética o el sensacionalismo. En este punto salió a la palestra una larga retahíla de títulos imprescindibles, como Ciudadano Kane, dirigida en 1941 por Orson Welles, una furibunda crítica contra el magnate de la prensa Randolph Hearst; L. A. Confidential (Curtis Hanson, 1997), donde el poder y el amarillismo hilvanan la trama, y El gran carnaval, que firmó Billy Wilder en 1951, una descarnada fotografía del periodista para el que todo vale con tal de firmar en portada. ¿Recuerdan? Kirk Douglas interpreta a Charles Tatum, reportero de un diario de Alburquerque, que decide mantener en el fondo de una mina a un indio caído allí para dar espectacularidad al suceso y conseguir notoriedad.

Torres y Delclòs cerraron su lección con mucho humor. Aseguraron estar preocupados porque se habían percatado de que en el género de ciencia ficción no aparecen periodistas. "Confiemos en que eso no signifique la desaparición del oficio", abogaron.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_