Fuego cruzado

El escritor francés Georges Perec (1938-1982) fue un malabarista y alquimista de la palabra. Su obra más conocida es La disparition (1969), una novela en la que no aparece ni en una sola ocasión la letra "e", la más utilizada en la lengua francesa. El artista Ignasi Aballí ha tomado como referencia el trabajo de Georges Perec en su exposición Desapariciones. Al igual que el escritor, Aballí construye una obra multirreferencial que entrecruza los territorios plásticos, cinematográficos y literarios, sin olvidar el componente de juego que tiene la obra del autor francés.

La exposición la componen fotografías que sólo pueden considerarse como tal parcialmente. Más bien son un soporte circunstancial, porque, en realidad, Aballí presenta carteles cinematográficos. Algunos basados en películas cuyos guiones realizó Perec. Otros pertenecen a libretos escritos por el mismo autor y que no llegaron jamás a rodarse, y algunos más son ficciones que el artista recrea basándose en el universo coherente del escritor vinculado al grupo del Taller de Literatura Potencial (Oulipo).

Aballí, al igual que Perec, juega con referentes de la realidad para crear una ficción que se antoja como plenamente creíble. Sus carteles, muy trabajados desde el punto de vista del diseño gráfico, han sido creados como si de un encargo profesional se tratara. Quizá como un autoencargo, que sirve al artista para ordenar el largo listado de temas que quiere tratar. El resultado es una exposición plagada de sugerencias, de hilos de los cuales al tirar el espectador se encuentra con numerosas referencias culturales. Y lo que es más importante, Aballí no sólo presenta este mundo de referencias creativas, sino que muestra diversas maneras de establecer complicidades entre ellas. Es por este motivo que el trabajo expuesto habla de la plasticidad de la literatura, de la poesía de la imagen, de la quietud del cine. Y de la manera que todo ello puede interrelacionarse. El mundo de la creación sentido como si de un fuego cruzado se tratara.

Perec fue un prestidigitador de la palabra, pero Aballí lo es de la imagen. Si el literato eliminó la letra "e" de sus textos, el artista suprime la cabeza de sus figuras. En la exposición se presenta un vídeo con imágenes encadenadas provenientes de la prensa en las que el rostro de las personas o la mirada frontal de las mismas ha desaparecido. Lo ausente resalta su presencia precisamente por su destierro.