Terror en París

La producción de videojuegos del género de las aventuras gráficas es cada vez más escasa. Pocas compañías son las que invierten esfuerzos en un género que, pese que en el pasado tuvo muchos adeptos, ahora atrae a una pequeña porción de jugadores. Al menos, esto es lo que sucede en Estados Unidos, en Europa la tendencia es otra y el género aún mantiene interés entre los usuarios.

Seguramente por esta razón, una empresa europea como Microïds en poco tiempo ha lanzado dos videojuegos de este género, Syberia y Post Mortem. Después del cierre de Cryo, otra empresa francesa que ponía mucho empeño en la producción de aventuras gráficas, el número de compañías que se dedican al género se ha visto bastante mermado. En el panorama mundial únicamente cabe destacar, a parte de Microïds, el gran estudio de Lucas Arts, con joyas como Monkey Island o Grim Frandango, y en el ámbito nacional los chicos de Péndulo Studios, que en la actualidad trabajan en la segunda parte de Runaway, una aventura que cosechó una buena crítica.

En Syberia, la anterior aventura de Microïds, el jugador debía interpretar a una joven abogada que viajaba a Europa para firmar la venta de una antigua fábrica de autómatas, pero el trabajo se complica y deberá desenredar una complicada trama. En esta ocasión, Microïds, ha apostado por un protagonista masculino para protagonizar Post Mortem, Gus MacPherson, un joven americano con poderes visionarios dedicado a tareas de investigación y una sensibilidad especial para la pintura.

Post Mortem está ambientado en el Paris de 1820, MacPherson ha decidido retirarse y vivir una vida tranquila pintando cuadros en la capital francesa y llevar una vida bohemia. Una noche una misteriosa y sensual joven se le aparece en su casa, es Sophia Blake. La chica le propone investigar el misterioso asesinato de su hermana y su cuñado, los jóvenes fueron encontrados en la habitación del lujoso hotel donde se hospedaban con las cabezas decapitadas y con monedas antiguas en la boca. Al parecer habían sido víctimas de un rito ancestral y MacPherson deberá descubrir quién y por qué ha realizado tan horrible crimen.

Esta intrigante aventura llevará al jugador a descubrir un mundo de sangrientos asesinatos, el sexto sentido del protagonista le ayudará a descubrir una conspiración maléfica tan antigua como el tiempo. Pero cuidado, según anuncia el propio eslogan del juego, nada es lo que parece.

El principal atractivo de las aventuras gráficas de Microïds es su gran calidad gráfica, utilizan un motor que permite vistas de 360º y personajes modelados en tres dimensiones. En Syberia ya se podía apreciar esta característica y, quizás, de una manera más evidente que en Post Mortem, puesto que en esta ocasión los escenarios serán tan oscuros que el detalle gráfico no se acaba de percibir de manera óptima. Donde se aprecia mejor este trabajo es en el modelado de las caras de los personajes, en el que se pueden distinguir el rubor colorado de un hombre acostumbrado a la bebida, o bien, las arrugas de una señora de edad.

Como en cualquier juego del género de las aventuras gráficas, el usuario deberá recopilar objetos que utilizará con otros enseres del escenario y, de esta manera, podrá resolver el rompecabezas propuesto por los creadores del título. A diferencia de Syberia, Post Mortem no ha sido traducido al castellano, pero dispone de subtítulos que facilitan la comprensión de los diálogos.