Renfe ha mantenido cortada casi una semana la línea entre Puigcerdà y Ripoll

A última hora de la tarde de ayer quedó restablecido el tránsito ferroviario entre Sant Quirze de Besora (Osona) y Puigcerdà (Cerdanya). Este tramo de la línea Barcelona-La Tor de Querol (Francia) ha permanecido cerrado durante casi siete días a causa de un desprendimiento ocurrido el pasado jueves. Desde entonces, el transporte de viajeros se ha llevado a cabo a través de una flota de autobuses. El corte ferroviario ha causado alarma e indignación entre usuarios y ayuntamientos de la zona, que temen que la inusual duración de las reparaciones sea una maniobra preparatoria para un próximo desmantelamiento de la línea.

A pesar de que el desprendimiento se produjo a pocos kilómetros de Ripoll en dirección a Sant Quirze, Renfe optó por cerrar el tráfico ferroviario entre Puigcerdà y Ripoll, aunque en esta última estación había convoyes susceptibles de ser utilizados. El servicio de autobuses no ha convencido a los usuarios. En algunos casos faltó información sobre el servicio alternativo y en otros, los autobuses no llegaron hasta las estaciones, de manera que los usuarios se vieron obligados a esperar el autobús en la carretera.

Algunos ayuntamientos y los consejos comarcales de Osona, Ripollès y Cerdanya han lamentado la falta de información de Renfe y la lentitud en la reparación. A pesar de que la vía quedó limpia hace unos días, desde entonces se efectuó una inspección de todo el recorrido. Fuentes de la compañía atribuyeron la duración del cierre de la línea a las medidas de seguridad adoptadas y señalaron que se llevó a cabo un examen concienzudo de la vía.