Mas bloquea el acceso a los contratos de los sondeos a un diputado socialista

No habrá dimisiones en el Gobierno catalán por el escándalo de la manipulación de encuestas. Por lo menos eso es lo que ayer sostuvo públicamente el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Tan categórica afirmación contrasta con las manifestaciones que hacen en privado dirigentes de Convergència i Unió, partidarios de que cuanto antes se corte por lo sano con una sonada destitución. "Hay que evitar que la gangrena de la falsedad se extienda a Artur Mas", dijo ayer un alto dirigente nacionalista. Pero el conseller en cap sigue enrocado, y ahora ha negado el acceso a los contratos de las encuestas entre la Administración catalana y Line Staff al diputado socialista David Pérez.

El parlamentario David Pérez ha solicitado el amparo de Joan Rigol para que la Generalitat le facilite toda la documentación

Jordi Pujol asegura que no habrá destituciones por los sondeos mientras crece el malestar en las filas de CiU

El PP apoyará la creación de una comisión de investigación si en 15 días no se producen destituciones en Presidencia

"Afortunadamente, Mas y yo, en todo, pero concretamente en esto [el escándalo de las encuestas], estamos muy de acuerdo", dijo ayer el presidente de la Generalitat para poner de manifiesto la comunión de ideas entre él y su delfín. Pujol consideró que hablar de diferencias forma parte de "una instigación por parte de algún sector político que quiere verlo así". Pero buena parte de la federación nacionalista se queda fuera de esta extraordinaria y publicitada simbiosis entre el presidente y el conseller en cap, a juzgar por lo que afirman.

El futuro de Madí

Dentro de CiU cunde el desánimo ante la acumulación de escándalos sobre sondeos e informes manipulados y crece el número de dirigentes que sostienen en privado que una destitución es inevitable para poner fin a la crisis. Pujol, aseguran fuentes de CiU, no intervendrá en esta crisis hasta que no vea que está en peligro el proyecto nacionalista que ahora pasará a encabezar Mas. No es lo mismo, razonan desde CiU, perder las elecciones y quedarse con 50 diputados que con 35. Y si continúa el goteo de escándalos de encuestas nada está asegurado, apunta un dirigente. Otro subraya que no pasarán muchos días sin que se produzcan relevos en Presidencia y singularmente en la persona de David Madí, secretario de Comunicación del Gobierno catalán y mano derecha político-mediática del conseller en cap.

El socio democristiano de Convergència, Unió Democràtica, prefiere no entrar en la batalla. Así en plena crisis por la manipulación de encuestas, Josep Antoni Duran Lleida, líder de UDC, ha emprendido un viaje de placer de una semana de duración, quizá con la secreta esperanza de que a su vuelta el temporal habrá remitido.

Pero la tempestad no lleva camino de amainar. El diputado socialista David Pérez ha solicitado el amparo al presidente del Parlamento catalán al negársele -desde el departamento que dirige Mas- el acceso a los contratos de adjudicación firmados entre la Administración autonómica y la empresa demoscópica Line Staff.

La Cámara catalana, a través de su presidente, Joan Rigol, ha instado al conseller en cap a que facilite la documentación reclamada por el diputado del PSC.

La actitud tomada por el departamento que dirige Mas contrasta con lo manifestado por él mismo anteayer en conferencia de prensa, cuando puso a su departamento como paradigma de "transparencia" y ejemplo de colaboración con los parlamentarios de la oposición. El conseller en cap se refirió en la citada rueda de prensa y en dos ocasiones a "la transparencia informativa". Dijo nueve veces que no tenía "ninguna voluntad de ocultar" y en cuatro ocasiones se refirió a su voluntad de "facilitar el trabajo a los diputados".La oposición no quiere dar tregua al Gobierno catalán en este asunto. Una estrategia de presión política a la que también se ha sumado el Partido Popular. De momento, a finales de esta semana o a principios de la próxima Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) presentará ante los tribunales una demanda contra el Ejecutivo por presunta malversación de caudales públicos. Los ecosocialistas se mantienen firmes en dar este paso pese a ser conscientes de que podrían perjudicar la tarea unitaria de la izquierda con el PP para dar luz verde a una comisión de investigación, la primera que se crearía en esta legislatura.

Advertencia del PP

El presidente del grupo parlamentario del PP, Alberto Fernández Díaz, advirtió ayer a Artur Mas de que vaya pensando en buscar al autor de las manipulaciones y redactando su destitución antes de 15 días. De lo contrario, el PP apoyará la investigación parlamentaria. Fernández Díaz consideró una "burla" las explicaciones dadas anteayer por el conseller en cap, quien culpó a una fotocopiadora del informe electoral cercenado que se envió desde el Gobierno a un diputado de Esquerra. "Las explicaciones son absolutamente insuficientes y un despropósito más que añadir a esta absoluta chapuza", manifestó Fernández Díaz.

"Lo que ha habido es una mala acción evidente y no una fotocopia mal hecha. Las explicaciones son una burla más que se añade a lo que ya supuso una burla y un engaño cuando se falsearon encuestas oficiales y encuestas presuntamente de partido", añadió Fernández Díaz.

Pero fuentes del PP comentaron que una denuncia ante los tribunales les restaría argumentos para respaldar una investigación parlamentaria. "Nosotros siempre nos hemos opuesto a este tipo de iniciativas siempre y cuando existan alternativas legales. Así lo hicimos en el caso Pallerols porque la investigación podía ser asumida por la Sindicatura de Cuentas", manifestó un destacado parlamentario popular.

La dirección nacional ha autorizado al PP catalán a que mantenga las espadas en alto y no baje la guardia en la exigencia de responsabilidades. Los populares consideran que en lo que resta de legislatura -hasta las elecciones de otoño- pueden permitirse alguna divergencia con CiU.

Los populares tendrán una inmejorable oportunidad la próxima semana en el pleno del Parlament para marcar distancias con CiU en esta polémica. Todos los partidos han presentado mociones al respecto. El PP defiende la modificación de la normativa sobre encuestas para incrementar el control parlamentario. Una iniciativa similar han presentado los tres grupos de izquierda (socialistas, ICV y Esquerra Republicana). Pero la moción de los ecosocialistas incluye además la reprobación en la Cámara de la gestión de David Madí y reclama al Gobierno catalán su inmediata destitución.

CiU todavía no ha decidido quién intervendrá en el debate y negociará las enmiendas. La ejecutiva de Unió del lunes se opuso a la designación de Jordi Casas, también portavoz del partido, para que desempeñe esta tarea.