Rubio exige el soterramiento de la vía en todo el casco urbano y menos viviendas en el Parque Central

El nuevo convenio del Parque Central de Valencia supone "más cemento, más viviendas", no entierra las vías en el sur de la ciudad, implica una menor inversión por parte de la Generalitat y la exigencia de que el Ayuntamiento aporte a la operación una importante cantidad a través de las plusvalías urbanísticas, que se conseguirán al triplicar por tres la edificabilidad. Así lo expuso ayer el portavoz del PSPV y candidato a alcalde de Valencia, Rafael Rubio, en un repaso a las condiciones del documento firmado por el Ministerio de Fomento, la Generalitat y el Ayuntamiento.

Rubio analizó los datos de edificabilidad y suelo de la ficha del Plan General de Ordenación Urbana para el Parque Central, y los comparó con los del nuevo ámbito de actuación, en parte modificado. Según sus cálculos, si un estudio de la empresa municipal Aumsa preveía en 2001 un total de 1.870 viviendas, el nuevo convenio las ampliará hasta 5.805, con una multiplicación por tres de la edificabilidad, algo que el PSPV rechaza. Computado el espacio disponible, esa edificabilidad exigiría, de aprobarse, torres de 18 pisos, denunció el candidato. Rubio reprochó a la alcaldesa, Rita Barberá, que la operación se deba financiar en un 40% con plusvalías urbanísticas (310 millones de euros) cuando ella desestimó el 13% cuando se lo propuso en 1994 el Gobierno del PSOE.

Otra de las críticas, que se convertirán en alegaciones, es que las vías no se enterrarán en todo el casco urbano, con lo que los barrios del sur de la ciudad mantendrán "la cicatriz" de una vía encajonada, debajo de la cota cero, "pero al aire libre" hasta la zona del bulevar sur. Rubio exigió que se mantengan compromisos anteriores en los que se preveía el soterramiento en todo el ámbito urbano. El portavoz socialista también recalcó que en la sociedad que se creará en dos meses para gestionar el plan, Fomento se reserva una cláusula de mayoría cualificada para las decisiones más relevantes, lo que deja al Ayuntamiento en una posición de "sumisión". Además, la Generalitat rebaja su aportación a 75 millones de euros, cuando en el convenio de 1999 se hacía cargo de 211 millones para la construcción de la nueva estación. Con el acuerdo también ha perdido la red de cercanías, dijo Rubio, ya que no está previsto que utilice el túnel bajo la ciudad, reservado para el AVE, y tampoco se prevé la conexión del Puerto con la velocidad alta.